Dayrí Blanco | @DayriBlanco07

Las líneas de producción se mudaron. Puerto Cabello se ha convertido en la ciudad manufacturera de vehículos del país. Sustituyó a Valencia. De ahí sale más del 80% de las unidades que se comercializan. La importación sigue siendo un negocio, incluso más rentable que el plan de reactivación de la industria automotriz promovido por el Ejecutivo. Es 81% más barato comprar un automóvil o camioneta en el exterior que adquirir las piezas para el ensamblaje y sumarle el resto de los gastos operativos.

11 contenedores cada uno con una unidad llegaron en el barco MSC Nadriely de bandera liberiana el 22 de mayo, para diferentes agentes aduanales, según la revista Informes número 14.827 del 30 de mayo, editada por la Cámara de Comercio de Puerto Cabello. Se trata de un atentado más contra el sector que tiene las plantas paralizadas por falta de materia prima importada y más de 8 mil trabajadores en sus casas.

Solo Ford se mantiene operativa tras implementar la modalidad de ensamblaje con piezas adquiridas tras la inversión de dueños de concesionarios. Pero la venta no ha sido la esperada. “Los patios de la firma y las exhibiciones de los comercios están llenos de vehículos porque son pocos quienes tienen la capacidad de pagar en dólares un monto tan alto”, señaló Christian Pereira, presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Automotrices, Autopartistas y Conexos (Futaac)

Según los números que maneja el representante gremial, en otros países un Ford Fiesta cuesta 16 mil dólares. En los concesionarios de Venezuela se ofrecen en 29 mil, 81,25% más caro. Esto se debe a que desde hace cinco años, para contrarrestar las demoras en los pagos  del material CKD (de ensamblaje por sus siglas en inglés) que se comenzaron a presentar por las trabas del control cambiario en el país, las casas matrices incrementaron el valor de las piezas hasta en 100%.

La propuesta desde la Futaac es que se sinceren los precios para que las estructuras de costos den el debido margen de ganancia a quienes invierten y producen, se reactiven las líneas de manufactura y se preserven los puestos de trabajo. “Sea de donde sea la fuente de las divisas eso no se están utilizando para atender la productividad de empresas arraigadas en el país y eliminar la incertidumbre del personal”.

A Puerto Cabello, en el mismo barco, llegaron 12 contenedores con baterías de un peso estimado total de 295 toneladas para Dissbatery, S.A. y 23 contenedores de 299 toneladas neumáticos para Covencauchos Industrias S.A, y ocho contenedores con más de 164 toneladas, distribuidas entre Multimotores Los Medanos, C.A., Import y Export MG, C.A., Motores RC, C.A., y FCA Venezuela LLC (antiguo Chrysler).

Pereira cuestionó cada una de esas importaciones. “Aquí hay suficientes empresas de baterías y fábricas de cauchos para abastecer el mercado nacional. Y las autopartistas se pueden diversificar y ampliar sus capacidades en medio de esta crisis de divisas”.




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