Los últimos tiempos para el mundo han sido tiempos de cambios, pero si hablamos de las circunstancias económicas y sociales que vive Venezuela solo podemos ver muchas dificultades, esas que tocan la puerta de cada uno de los que aquí habitan. Pues las adversidades existentes no distinguen clases sociales, pero, ¿Qué es lo que hace que algunas personas sigan siendo felices pese a las circunstancias? La única diferencia radica en su pensamiento y su decisión de sentirse bien, donde no condiciono mi estado de ánimo a lo externo.

Tal como lo describe mi frase favorita: «No es lo que pasa sino lo que hacemos con lo que pasa». Es importante destacar que el problema es el enfoque que estés teniendo, es decir ¿Dónde estás poniendo tu atención?. Quizás parecerá loco, ¿Cómo es que hay algo bueno? ¿Cómo es que puedo sentirme feliz cuando todo me invita a entristecerme? Si quieres seguir siendo parte del problema sigue mirando lo negativo. Si quieres ser parte de la solución, empieza a mirar lo positivo. De ahora en adelante, redirecciona tu atención a las maravillas de esa tierra, a la naturaleza hermosa y variada que poseemos, a los beneficios que existen que a veces no miramos. A las bondades que Venezuela te regala. Sentirte bien definitivamente es decidir estarlo, eres tú el único responsable de sentirlo. Porque como dice el padre Ricardo Búlmez, sino puedes ser feliz en Venezuela tampoco podrás serlo fuera. Y esto solo quiere decir que no es el contexto, ERES TÚ.

Hoy más que nunca es necesario y oportuno hablar de salud mental, pues preservarla en nuestro país es nuestra responsabilidad, habrá personas que dirán que es poco realista hablar de bienestar, pero es que sentirte bien no depende del resto sino de ti mismo.

Usar expresiones como “Ya ni navidades podemos tener” “Ahora se acabaron las navidades” solo expresa que no tienes el control de tu vida, ¿Quién dijo que una temporada del año finalizaba porque otros decidieran por nosotros?. Es necesario entender que lo que hoy vivimos solo requiere de adaptación y flexibilización, no me conformo sino que me adapto a las circunstancias que en este momento vivo.

Y ¿Cómo puedo hacerlo? Pues vivir y disfrutar pesé a los que faltan en mi mesa y a aceptar las adaptaciones que haya tenido que hacer a los platos típicos de mi mesa, es duro, sí si lo es. Pero no permitas que tu inflexibilidad destruya un momento especial, mantén presente que la felicidad no se busca ni se consigue, se crea.  




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