Luís José Landim, fiscal general de Cabo Verde, rompió el prolongado silencio de su país en torno a Álex Saab, el señalado testaferro de Nicolás Maduro que el próximo 12 de junio cumple un año preso en ese país.
Según el calendario judicial, la Corte Constitucional ya debía haber decidido si lo deja en libertad o si entrega al barranquillero a la DEA, para que sea procesado en Estados Unidos por una megaoperación de lavado de activos –superior a los 350 millones de dólares– vinculada al régimen venezolano, reseñó El Tiempo de Colombia.
Este mismo medio, difundió la petición del comité de Derechos Humanos de la ONU para detener la extradición de Saab mientras revisan el caso
En una corta misiva, dicho Comité le está solicitando a Cabo Verde que “se abstenga de extraditar Saab a Estados Unidos», mientras revisan el caso; y que “tome todas las medidas necesarias para garantizar el acceso a cuidados médicos apropiados facilitados por médicos independientes y especializados de su elección”.
El Gobierno de Venezuela saludó la decisión del comité que según el canciller Jorge Arreaza en un comunicado, confirma las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en perjurio» de Saab, así como los «riesgos de daños irreparables a su vida e integridad física».
