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Eddy Chacón también coordina Cacao Cultura, un espacio dedicado a exaltar el cacao y los valores culturales. (Foto: Kevin Arteaga)

Durante décadas el cacao fue el principal producto de exportación de Venezuela. Mucho antes que el petróleo y el café. Pero con el paso del tiempo, fue desplazado y su potencial desaprovechado. La buena noticia es que en los últimos años un grupo de venezolanos se ha dedicado con esfuerzo a rescatar su valor.

Se trata de un movimiento nacional que se está gestando nuevamente en torno a la cultura del también conocido como manjar de los dioses y la entidad carabobeña tiene a sus representantes: Carabobo es Cacao, una alianza de chocolateros y productores de su propia materia prima, empeñada en producir el mejor cacao del mundo para hacer chocolates con una calidad equiparable a marcas de renombre internacional.

Para Eddy Chacón, cofundadora de la marca de chocolates Mantoro e integrante de la alianza, el cacao es “el verdadero oro negro” de Venezuela. En el país y en el estado hay muchas variedades de cacaos, lo que se traduce en “una paleta de sabores muy interesantes que hace muy fértil esta dinámica de los chocolates carabobeños”, tomando en cuenta sus diversos orígenes: Canoabo, Trincheras, Patanemo, Borburata y Goaigoaza.

Carabobo es Cacao está conformada por cuatro marcas. Mantoro, Chocolates Valle Canoabo, 20/20 y Cocoa. Cada una con un concepto particular, pero con un mismo objetivo: avivar la cultura de apreciación del cacao venezolano y hacer de la industria chocolatera una oportunidad de crecimiento económico que haga sentir a los venezolanos y a los carabobeños orgullosos de sus sabores y tradiciones.

“Nosotros estamos haciendo un trabajo para hacerle saber a las personas que el chocolate es más que una golosina”, explicó la vocera de la alianza. “Se trata de un alimento delicioso. No es solamente azúcar, sino sabores que dependiendo del origen del grano pueden ser dulces, amargos, cítricos y frutales”.

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«Es un lujo que nos damos los venezolanos que tenemos la oportunidad de probar una tableta con un cacao 100% nacional», aseguró Eddy Chacón. (Foto: Kevin Arteaga)

Chocolate de la costa a la montaña

Aunque la alianza Carabobo es Cacao nació hace apenas un año, algunas de las marcas que la conforman ya tenían un largo camino andado. Tal es el caso de Mantoro, con más de 15 años ofreciéndole al mercado nacional chocolate 100% hecho con cacao venezolano que se puede comer en la mesa y que, además, es usado como materia prima para repostería y pastelería.

Mantoro tiene su base en Yagua, en el Eje Oriental de Carabobo, desde donde producen barras en presentaciones de 250 y 500 gramos de chocolate con leche, chocolate oscuro de 51 y 65%, y un chocolate de 75% endulzado con edulcorante natural. Además, ofrecen a la industria de la alimentación otros subproductos derivados del grano, como la manteca y el polvo de cacao.

En los Valles Altos de Carabobo, al occidente del estado, se encuentra la hacienda San Cayetano, el lugar donde ocurre la magia de Chocolates Valle Canoabo, una empresa gerenciada por Luis y Rodrigo Morales, padre e hijo, enfocados en el ecoturismo y la elaboración de barra a través del proceso denominado “tree to bar”, que en español quiere decir “del árbol, a la barra”.

La familia Morales usa como materia prima de productos, principalmente, el cacao de origen que siembran y cosechan en Canoabo. Cuentan con cuatro tabletas principales de 60, 70, 80 y 90%, así como también algunas especialidades como chocolate con intervenciones de macadamia, galletas, nibs de cacao caramelizados, entre otras.

Por su parte, la marca 20/20 ha trabajado arduamente desde su nacimiento para generar un producto en el que haya reconocimiento del origen del cacao que se usa para sus tabletas, como también ocurre con Chocolates Valle Canoabo. En este caso, usan mayormente cacaos procedentes de la costa carabobeña (Patanemo, Goaigoaza y Borburata), aunque también han incluido algunos de otros orígenes.

Además del respeto por el origen del cacao, 20/20 tiene en su ADN la exploración e incursión de los sabores típicos venezolanos en sus tabletas. Es por eso que tienen una amplia gama de barras intervenidas con más de 12 sabores diferentes que van desde la chicha y canela, hasta el mango verde con sal y café con galletas. Los llamativos diseños de sus empaques hacen imposible que pasen desapercibidas.

Los productos de Carabobo es Cacao se pueden encontrar en Cacao Cultura, un oasis de chocolate ubicado en plena avenida Bolívar Norte de Valencia. (Foto: Kevin Arteaga)

Por su parte, el laboratorio de Cocoa se encuentra en Puerto Cabello, por lo que también usa cacaos de la región costera de Carabobo para la elaboración de sus barras, cuyos empaques están inspirados en el casco histórico del puerto, una joya colonial de los carabobeños. Esta marca tiene cuatro barras: chocolate de 60%, chocolate con leche, chocolate blanco con galletas y chocolate blanco solo.

“Detrás de todas estas marcas hay un esfuerzo por producir tabletas con calidad para competir en el mercado internacional”, afirmó Eddy.  Porque no es suficiente tener un buen cacao para hacer un buen chocolate, cada una ha invertido en tecnología y equipos para hacer de la refinación de los granos un proceso sofisticado que garantice que el resultado final cumpla con los estándares mundiales de calidad.

Retos y oportunidades

Mientras que países como Ecuador producen al menos 700 mil toneladas de cacao al año para exportar, Venezuela solo logra unas 16 mil, que representan alrededor del 0,04% del mercado cacaotero mundial, después de haber sido el principal exportador. Sin embargo, Eddy está convencida de que con las políticas públicas necesarias, los productores venezolanos podrían recuperar el lugar que alguna vez ocuparon.

Europa, por ejemplo, resulta un mercado llamativo para para la producción nacional. En países como Francia, Bélgica, Suiza, entre otros, los granos venezolanos son estimados porque, en pequeñas proporciones, ayudan a mejorar el sabor y el aroma de las tabletas que se producen con cacao africano, cuya exportación anual representa más del 90% del total mundial, convirtiéndose indiscutiblemente en el principal exportador de cacao actualmente.

“Esto es una oportunidad de progreso para el país. Hay una oportunidad de crecimiento, de negocio, de fomentar una industria y crear nuevas fuentes de trabajo”, insistió la también empresaria. «Es un trabajo arduo, pero con posibilidades, porque tenemos un cacao extraordinario de clase mundial y fino de aroma, pero necesitamos producir más”.

Lamentablemente en Venezuela los productores de este rubro no cuentan con políticas de apoyo como sí las tienen otros países de la región. Pero, a pesar de estas circunstancias adversas, aseguró Eddy, hay muchas personas que siguen apostando a la siembra de cacao. Prueba de eso es la alianza de productores existentes en Canoabo, donde sumaron esfuerzos para hacer el proceso de la mejor manera posible.

La exportación de las barras de chocolate también es un anhelo para los venezolanos, porque representa la posibilidad de seguir creciendo. “Ojalá en algún momento esto se convierta en una posibilidad viable, porque lo que ocurre es que es muy difícil para los chocolateros exportar nuestros chocolates, a menos que sea en una maleta. No tenemos las condiciones para llevar nuestro chocolate afuera, lo cual es una necesidad del sector”.




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