Durante la pandemia se ha duplicado la cifra de detenidos muertos en centros carcelarios y en retenes policiales, respecto al periodo 2019, según estudios realizados por InSight Crime, sustentados en las evaluaciones que llevan a cabo las organizaciones no gubernamentales Una Ventana a la Libertad (UVL) y Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Carabobo ocupa el tercer lugar con 37 muertos (26 por tuberculosis y desnutrición, y el resto por intentos de fuga), después de Portuguesa con 48 y Zulia con 45. Le sigue Lara en el cuarto lugar con 36.
Aunque las autoridades no suministran cifras, se tiene que entre marzo y agosto de este año murieron 287 presos, siendo que el año pasado la cifra fue de 137.
Según UVL, 109 presos murieron por COVID-1919 hasta principios de septiembre en seis estados del pais. Dicha cifra está muy por debajo de las estimadas en Perú y Colombia, donde registran 12.294 y 2.592 respectivamente, pero en aquellos paises la población carcelaria es mucho mayor y las autoridades emiten cifras oficiales.
Coronavirus y tuberculosis
De los 287 presos, unos murieron por el coronavirus, otros por tuberculosis (enfermedad que esta diezmando a los presos) y el resto por violencia carcelaria.
Ante las precarias condiciones de la prisión, el virus causa estragos.
En mayo murieron 47 presos en el Centro Penitenciario Los Llanos, estado Portuguesa, cuando fueron repelidos por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, mientras estaban apiñados en la entrada del penal. Según versiones del momento, los reclusos protestaban por la falta de alimentos a consecuencia de la pandemia y algunos intentaban evadirse.
Sin visitas
Carlos Nieto Palma, coordinador de UVL dijo que los presos han muerto por enfermedades que podían ser tratadas. Ante la ausencia del Estado para suministrarles comida y medicinas, los reos dependen de sus familiares, y la situación se complicó con la suspensión de las visitas debido a la pandemia, agregó.
La prohibición de las visitas es correcta para contener el contagio, pero esta medida debe estar acompañada de un protocolo para darles asistencia a los presos; dijo Carolina Girón, directora del OVP.
Si el Estado no les da agua, alimentos, ni articulos de higiene, las autoridades deberían hacer las coordinaciones para que les llegue lo que llevan los familiares.
Por eso los parientes desesperados se ven en la necesidad de sobornar a los guardias y muchas veces no les llegan los articulos a los presos.
En la carcel se cobra por todo, por vivir, por comer, por dormir, por tomar agua. Y a veces pagan doble, porque hay que darle a los custodios y a los lideres o pranes, apunta el estudio.
