(Foto: Archivo El Carabobeño)

Dayrí Blanco | @DayriBlanco07

Han pasado tres meses y las cuentas de 37 carnicerías en Carabobo están en cero. Ha sido imposible agregarle números distintos con la fiscalización permanente de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde). Los funcionarios están instalados en el Mercado Periférico La Candelaria para evitarlo, al impedir que se venda el kilo de carne por encima de 10 mil bolívares, lo que significaría un trabajo a pérdida para los comerciantes que podrían declararse en la quiebra si la fijación de precios anunciada por el Ejecutivo no les garantiza rentabilidad.

“Cada vez que hablan de regulación de precios, los más afectados somos nosotros”, dijo sin titubear Humberto Flores, presidente de la asociación de expendedores del lugar. Detalló que los proveedores le ofrecen el kilo de res en canal — con hueso y grasa — en 13 mil 500 bolívares, a los que se les debe aplicar 35% del deshuese,  25%  correspondiente a los gastos operativos, y 30% del margen de ganancia. En total, un kilo de carne al consumidor bajo este esquema se calcula  entre 24 mil y 25 mil bolívares.

Para poder cumplir con el deseo de la Sundde, y del capitán Juan Carlos Colmenares, coordinador de esa instancia en la región, tendrían que recibir el kilo en carne en seis mil 500 bolívares. “Nosotros no tenemos problemas con venderlo en 10 mil bolívares o menos, siempre que sea un negocio rentable como lo era hace cinco años en los que se vendían hasta 80 reses a la semana en el mercado”.

Hasta ahora los proveedores han expuesto que no pueden vender a un costo por debajo debido a las condiciones de los llanos que se ha complicado con la temporada de lluvia. A eso hay que sumarle los precios del alimento de los animales, vacunas, medicamentos y repuestos de la maquinaría en el campo.

La carne de cochino también está ausente de las neveras exhibidoras del Periférico La Candelaria. “Es imposible para nosotros vender algo tan caro porque los consumidores no tienen el dinero para comprarlo”. Explicó que el lomo de cerdo puede costar hasta 40 mil bolívares el kilo, y las ventas en el lugar han caído hasta en 80%.

Lo único que están ofreciendo es pollo. “Pero no le ganamos nada”. Relató que se los despachan en 13 mil 500 bolívares el kilo y lo venden en 14 mil. “Y perdemos porque nos llega congelado y así pesa más de lo que es en realidad”. Por eso han decidido picarlo y ofertarlo por piezas en 26 mil el kilo de pechuga y 20 mil bolívares el muslo.

La crisis del sector pone en riesgo el empleo de al menos 350 personas que dependen directamente de estos 37 establecimientos, que no se resolverá con un ajuste de precios como el que fue anunciado por el presidente Nicolás Maduro la noche del jueves.




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