Elvis Daniel Peréz o “El Gordo”, como lo conocían, iba caminando hacia su casa por la avenida principal de El Hipódromo, vía Ciudad Chávez, cuando una comisión del Eje de Investigaciones de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), base Las Acacias, le dio la voz de alto porque desde hacía unas tres semanas le seguían la pista por ser el supuesto responsable del asesinato de una mujer en el cerro Kairoi en San Diego.
Eran cerca de las 9 de la noche del viernes cuando los funcionarios que investigaban el homicidio de Jasmir Rivera, ocurrido a principios de septiembre de este año, dieron con «El Gordo», quiénes supuestamente no acató el llamado de alto de la autoridad y se habría enfrentado a disparos con la comisión. En medio del supuesto enfrentamiento, el sujeto resultó herido y murió poco después.
De acuerdo con fuentes policiales, para el momento del hecho «El Gordo» cargaba un teléfono que era propiedad de Jasmir y que, según las investigaciones, se lo habría robado esa mañana que subió al cerro.
Tras el hecho, los detectives comenzaron labores de campo y criminalísticas y a través de análisis telefónicos dieron con el presunto responsable, así fue como llegaron a «El Gordo», pues a pesar que Jasmir fue bajada del cerro con vida no habría alcanzado a hablar para dar una pista a los investigadores que los llevara hasta el culpable.
Para el momento de lo sucedido, el hombre cargaba una pistola 9 mm con la que habría hecho frente a los funcionarios. Además, estaba solicitado por homicidio y tenía antecedentes por robo y droga.
Aparentemente, el día del ataque habría sido la primera vez que «El Gordo» subió al cerro a cometer sus fechorías, debido a que no hay indicios de robo por esos días.
Como se recordará, Jasmir subió el cerro Kairoi muy temprano cuando fue atacada a puñaladas por un sujetos que, hasta ese momento, era desconocido. La primera hipótesis sobre el móvil del asesinato era pasional; sin embargo, los investigadores determinaron que se trató de un robo.
