El comunicador social y disidente chavista Alí Domínguez, quien murió la madrugada de ayer en el Hospital Domingo Luciani de El Llanito, había recibido amenazas de muerte y de ello alertó a sus compañeros de lucha.
Domínguez estaba desaparecido desde el 28 de febrero, luego de asistir a una reunión en la sede del diario El Nacional, con representantes de organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos humanos. Su última conexión por whatsapp fue a las 6:50 de esa tarde.
La señora donde vivía en Petare manifestó que nunca se ausentaba sin avisar.
Su hermano Jesús Domínguez trató infructuosamente de entrar a verlo en el hospital del Llanito los días domingo 3 y lunes 4 de marzo, porque le decían los porteros que no se encontraba allí. El martes 5 pudo ingresar y lo reconoció.
Estaba en coma, presentó traumatismo craneoencefálico, daño del tallo cerebral, fractura en el tabique nasal y pérdida de dientes. Las lesiones estaban solamente en rostro y cabeza por lo que las autoridades desestiman la posibilidad de un arrollamiento.
Domínguez fue encontrado el viernes 1 de marzo en la autopista Francisco Fajardo y trasladado por una patrulla de Vías Rápidas de la Policía Nacional Bolivariana.
El comunicador social había hecho graves denuncias contra las autoridades de la Universidad Bolivariana de Venezuela, con anterioridad había resultado víctima de agresiones y palizas. El les dijo a sus compañeros políticos que si algo llegaba a pasarle, continuaran en la lucha.