Eduardo Zambrano, Foto: Cortesía

Este viernes fue de mucha incertidumbre para la familia de Eduardo Zambrano. Luego de su desaparición el 23 de octubre, no habían recibido información sobre su paradero. No había ningún indicio hasta que en la tarde les avisaron que habían localizado muerto a un joven con sus mismas características físicas.

La información previa que llegó a la familia es que, supuestamente, en La Cumaca, San Diego, habían hallado el cadáver de un hombre. Sin embargo, el dato era falso: En ese lugar no se había registrado ningún hecho violento, así que continuaban con la incertidumbre.

Poco después les notificaron que en la vía a Vigirima, municipio Guacara, habían encontraron a un joven muerto. Tenían la esperanza que, nuevamente, la información fuese falsa, pero esta vez sí había un cuerpo. Uno de los familiares se acercó a la morgue de Valencia para confirmar: el cadáver era Eduardo.

Eran cerca de las 2 de la tarde cuando una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la Delegación Municipal Mariara se trasladó hacia la vía a Vigirima. Aparentemente, llevaban a una persona en calidad de detenida quien, al parecer, los condujo hacia donde estaba Eduardo.

Los detectives levantaron el cadáver y lo trasladaron a la morgue donde harían la autopsia para determinar la causa de muerte.

La noche del 23 de octubre, Eduardo Zambrano, salió de casa de una hermana en Vigirima, hacia su residencia en Villas del Centro, municipio San Joaquín, pero desde entonces no supieron de él.

Una vecina aseguró haberlo visto a eso de las 10 de la noche en la casa. Supuestamente se escucharon varios ruidos, pero no era extraño. Cuentan que siempre percibían sonidos raros que provenían de la vivienda, así que nada les alarmó hasta entonces.

Lo que sí les llamó la atención era que la puerta amaneció abierta y un perro que Eduardo tenía de mascota estaba en la calle. Ya era domingo 24 de octubre. Un vecino avisó a un familiar y llegaron a la residencia: faltaba un tv, un equipo de sonido y varios electrodomésticos. También el carro Twingo, color gris, que tenía.

Sabían que Eduardo no era de perderse. Estaban convencidos que algo había sucedido, por lo que el lunes muy temprano, iniciaron una campaña a través de WhatsApp y redes sociales con una imagen e información como persona desaparecida y fueron a denunciar ante el Cicpc.

En la madrugada de ese mismo lunes, la Policía Municipal de Guacara reportó la recuperación de un carro abandonado en el Cabrito, Yagua. Se trataba del Twingo que cargaba Eduardo. Pero él aún estaba desaparecido y no fue sino hasta este viernes cuando hallaron su cadáver.

El Cicpc continúa con las investigaciones del caso. Hasta ahora se desconoce el móvil del hecho, al menos públicamente. Mientras sus familiares siguen a la expectativa, ahora por saber quién pudo haberle hecho tanta maldad a Eduardo, un joven tranquilo y trabajador, como lo describen sus conocidos.




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