Las infecciones del tracto urinario representan el segundo proceso infeccioso de mayor incidencia, siendo una de las infecciones bacterianas más frecuentes. La cistitis representa el  90% de las infecciones del tracto urinario en la mujer. Entre el 50 a 60% de las mujeres pre menopáusicas tendrán al menos un episodio de infección del tracto urinario (ITU) y el 90% será una cistitis.

En mujeres jóvenes el pico de incidencia ocurre entre los 16 y 30 años coincidiendo con el inicio de la actividad sexual y en la actualidad se observa un incremento en la frecuencia de las infecciones entre los 40 y 50 años coincidiendo con el cambio de pareja y relacionado con un nuevo incremento en la actividad sexual.

La cistitis puede ser de origen bacteriano en su mayoría, sin embargo, pueden existir factores que lleven a una cistitis o inflamación de la vejiga sin que sea bacteriano, como medicamentos, irritantes como aerosoles, jabones con detergente, espermicidas, el grado de actividad sexual, mujeres menopáusicas por la disminución de las hormonas.

¿Qué síntomas se pueden presentar con la cistitis?

  • Picazón al orinar.
  • Urgencia o ganas imperiosas de ir al baño.
  • Orina turbia con olor fuerte.
  • Sangre en la orina.
  • Frecuencia aumentada y poca cantidad de orina.
  • Tenesmo vesical.
  • Dolor o sensación de presión en la parte baja del abdomen o a nivel pélvico.

Cuando hablamos de cistitis bacteriana es muy importante tratar en base a examen de orina y urocultivo y en ocasiones se tendrá que realizar ecografía abdominal con énfasis renal. Se habla de una cistitis recurrente con tres episodios en un año o  dos episodios en 6 meses.

Para evitar que esta cistitis se haga recurrente debes seguir las siguientes recomendaciones:

  • Beber abundante líquido, antes de las 5 pm. Para poder descansar en la noche.
  • Vaciar completamente la vejiga, el dejar residuo es un factor importante para que ocurra de nuevo la cistitis.
  • No esperar a tener deseos de orinar sino al recordar, ir al baño.
  • El aseo del área genital debe ser con un jabón adecuado para la zona, lavarse de delante hacia atrás y sin frotar de manera brusca.
  • Vaciar vejiga antes y después de las relaciones sexuales, ya que estos pueden ser un factor detonante para la aparición de cistitis postcoital e incluso se debe estar pendiente de la lubricación durante las relaciones porque la fricción también puede llevar a infección.

Finalmente junto a estas recomendaciones y al uso del antibiótico adecuado, la toma de arándano rojo o de la D- manosa pueden ayudar a evitar que la bacteria se adhiera que por lo general es la E. Coli y evitar de esta manera sus recurrencias. Recordar no automedicarse.

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