Alexandra Pérez. (Cortesía)

Antes de emigrar evaluó cada país que tenía en su lista, le preguntó a varios conocidos como era su experiencia y que tan factible era vivir en ese otro país. Estuvo a punto de viajar a México, pero el destino final fue Chile.

Viajó junto a su esposo y su niño pequeño, quién por cierto fue el gran motivo que impulsó a la protagonista de esta historia a tomar la decisión de salir de su país.

#MiVuelo les presenta a Alexandra Pérez, una joven venezolana de 31 años de edad.

Fue el 18 de noviembre de 2016 cuando Alexandra salió de Venezuela con su esposo e hijo. Irse no fue una decisión fácil, pero luego de vivir una complicada situación con la alimentación de su bebé, decide planificar todo e irse.

Resulta que su pequeño era intolerante a la lactosa, ella no pudo amamantarlo porque fue operada de una mastectomía, debía resolver con fórmulas, pero conseguirlas en el mercado era toda una odisea. Así que las ganas de ofrecerle una mejor calidad de vida a su bebé, intervino para que todo se diera más rápido.

Contactó a un amigo en Chile quién la ayudó a ubicar un hostal, allí llegaron y aunque no era el sitio más agradable según Alexandra, al menos tenían un techo y con los pocos pesos que llevaron les alcanzó para pagar ese hostal, comprar pañales, una licuadora para hacer los teteros, y lo básico hasta que su esposo arrancara a trabajar. “Así empezó esta aventura llena de risas, lágrimas y un corazón dividido”, dijo Alexandra.

Hace tres años tramitar los papeles en Chile era más sencillo. Así que realizó el trámite de su visa de trabajo profesional y se la dieron rápido. Sin embargo, no todo fue fácil para esta joven, tuvo que patear la calle, recorrió mucho para buscar un empleo. Al decir que tenía un niño la rechazaban. 

Alexandra es Administradora de Empresas, pero igual buscaba trabajo en lo que fuera, estaba dispuesta a limpiar, trabajar en un restaurante, de cajera, mesera, pero no encontraba nada.

Un día decidió negar a su hijo y así fue como le dieron trabajo en un restaurante, pero le duró quince días porque su niño se enfermó y le confesó al jefe la verdad y que, si podía irse una hora antes que le pagaría esa hora al día siguiente, pero el jefe le dijo váyase y no vuelva.  

Pasaron tres meses, encontró otro trabajo en una comercializadora de carnes como analista contable, fue la primera extranjera, le fue muy bien les cayo súper bien a los jefes y le dieron facilidad de trabajar con el niño.

Paralelamente Alexandra venía con su idea de Venezuela y quería cumplir su sueño de montar un negocio de depilar cejas, entre otras cosas de belleza. Entonces empezó atendiendo a personas que se atrevieron a dejarse hacer el servicio por ella, a pesar de que no tenía todo el equipo completo. 

Poco a poco aumentó sus clientes y abrió un local con la ayuda de su esposo. Renunció a la empresa para dedicarse a su negocio, lo montó en un noviembre y luego en el mes de marzo tuvo que cerrarlo, la temporada bajó y no les quedo de otra.

A pesar de ese fracaso Alexandra no se rindió, siguió trabajando para pagar las deudas obtenidas en el negocio, y poco a poco se puso al día y pensó la manera de reinventarse. Ella tenía claro que el área donde quería emprender era esa, entonces empezó a dictar talleres e importar desde Colombia mercancía.

“Los productos se los vendía a mis alumnas en los talleres y a mis clientes, han tenido buena aceptación por lo que actualmente ya ofrecemos alrededor de 300 productos y crece la cantidad de participantes en las clases”, destacó.

Actualmente Alexandra trabaja en una empresa española electrónica, le maneja toda la parte financiera, administrativa y contable, además tiene a @depilcejas.cl su negocio que cada día crece.

Para esta inmigrante valiente, lo más difícil fue ver cómo su hijo se vio afectado en todo este proceso, al principio no quería comer y lloraba mucho. Afortunadamente la mayoría de su familia también emigró a Chile, lo que hace que Alexandra no extrañe a su gente y tenga más fuerzas para sobrellevar todo lo que significa estar lejos de tu tierra.

Gracias Alexandra por compartir tu historia, te deseamos todo el éxito y que sigas adelante cosechando los frutos de ese sueño cumplido. Eres ejemplo para quienes creen no poder salir adelante en medio de un proceso de inmigración. Así que a ustedes que leen les recuerdo #TuSiPuedes

Cortesía Adriana Henríquez @migrantesenvuelo




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