Los quejidos de dolor de Richard, que provenían desde el interior de su vivienda, se escuchaban hasta la calle.

¡Ayúdenme! decía lo más fuerte que podía. Solo intentaba que afuera alguien lo escuchara y le prestara primeros auxilios: tenía una herida en la cabeza, que lo hacía agonizar.

Era mediados de julio, miércoles por la mañana, cuando un vecino escuchó que Richard pedía ayuda. Estaba en su casa, en la calle Angostura del barrio Negro Primero, en Los Guayos. Otros vecinos llegaron y pudieron entrar para ver qué pasaba.

El hombre, de 47 años, y con una aparente enfermedad mental, estaba tendido en el piso de la casa con un fuerte golpe en la cabeza. Un habitantes del barrio llegó con su carro y subieron a Richard. Lo llevaron a la medicatura, en plena plaza Bolívar, pero debido a la gravedad fue trasladado de emergencia a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet) de Valencia.

Los médicos que lo atendieron, por su experiencia, se atrevieron a sacar conclusiones: El señor fue golpeado contra algo. Alguien tuvo que haberlo hecho. Esta herida no es producto de una caída.

Murió al día siguiente. Tuvo traumatismo craneoencefálico.

Richard González fue declarado muerto y sus mismos vecinos debieron hacer los trámites para la entrega de cadáver. También las gestiones para conseguir un ataúd. El hombre vivía solo y no tenía allegados en Venezuela. Su mamá y hermanas migraron hace unos meses hacia Colombia.

De acuerdo con las investigaciones preliminares, Richard aparentemente habría sido golpeado con la batea de su casa, luego que, al parecer, una persona entrara a su vivienda para intentar robar. Algunas cosas revolcadas hacen pensar a los detectives que se trataría de un asalto.

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas continúa las averiguaciones para determinar culpabilidades. Mientras los vecinos de Negro Primero temen que aun tengan cerca al asesino.




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