El gobierno de Donald Trump anunció el martes el fin del estatuto de protección temporal para los inmigrantes liberianos que residen en Estados Unidos, y les dio un año para dejar el país.
Se trata de la más reciente en una serie de medidas similares, después de que más de 250 mil salvadoreños, haitianos y nicaragüenses perdieran su estatuto de protección bajo una administración que ha convertido el endurecimiento de la inmigración en una prioridad.
Desde 1991, cuando Liberia se encontraba en medio de una guerra civil, los ciudadanos de este país de África Occidental disfrutaban de un estatuto de protección temporal que les permitía trabajar legalmente en Estados Unidos sin un permiso de residencia.
Este beneficio fue extendido por las sucesivas administraciones republicanas y demócratas incluso después del final de la guerra civil, al juzgar que la situación política y económica del país seguía siendo demasiado precaria.
El presidente Trump estimó que la situación ahora ha mejorado lo suficiente en Liberia como para no tener que renovar el estatuto después de su próxima expiración, el 31 de marzo.
El gobierno prevé un período de transición de 12 meses para permitirle a Liberia tener tiempo de reintegrar a sus nacionales, por lo que la protección tendrá fin efectivo el 31 de marzo de 2019, según un memorando publicado el martes.
«Liberia ya no tiene un conflicto armado y ha logrado un progreso significativo en la restauración de la estabilidad y la gobernabilidad democrática», dice la administración estadounidense en el memorando.
