El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, maltrato escolar o en inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

Es un acto deliberado y continuado que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo, con la intención de obtener algún resultado favorable para los acosadores o simplemente de satisfacer la necesidad de agredir y destruir.

Se manifiesta en comportamientos o conductas repetidas y abusivas con la intención de infringir daño por parte de una o varias personas hacia otra, que no es capaz de defenderse a sí misma y que se encuentra en una situación de desventaja.

Para que una situación de violencia responda al concepto de bullying debe presentar las características siguientes:

Es intencional: de uno a o varios compañeros hacia otro para causar dolor y sufrimiento.  Relación de desigual o desequilibrio de poder: La víctima se percibe vulnerable, desprotegida y sin los recursos para defenderse del agresor o de la agresora.

Repetida y continuamente: no es un episodio aislado.

En relación de pares o iguales

El acosador por lo general carece de un sistema de valores éticos y morales. Se siente superior y busca ejercer su supremacía por cualquier medio que esté a su alcance.

Por lo general los acosadores tienen falta de empatía lo que alimenta la crueldad. No son capaces de ponerse en el lugar del otro y son insensibles al sufrimiento de los demás. Tienen poca capacidad autocrítica y no reconocen los errores. Evitan la responsabilidad. No tienen sentimiento de culpa. No son capaces de gestionar adecuadamente sus emociones negativas ni de controlar su ira. Buscan a alguien “más débil” para dominarle y sentirse superiores, ya que en el fondo tienen una baja autoestima.

Por su parte, la víctima se siente en un estado constante de minusvalía, de indefensión ante las reiterativas agresiones, no sabe qué hacer y muchas veces sufre de alteraciones emocionales, trastornos del sueño, caída del rendimiento escolar, sentimientos de insatisfacción, miedo.

En ocasiones puede sentir que se merecen lo que están viviendo porque llegan a sentirse inferiores y este sentimiento los  puede llevar a la deserción escolar, a la autoagresión, inclusive en casos extremo al suicidio.

En el Bullying, existen también los observadores y pueden ser de dos tipos. Por una parte hay observadores que apoyan al acosador, reconociendo y reforzando la agresión, no ven el impacto dañino de estas acciones en la victima, sienten que se lo merece y en ocasiones participa con burlas, gritos.

Existen también los observadores que observan las agresiones pero no hacen nada por detenerlas, se sienten impotentes o tienen temor en convertirse en víctima, muchas veces no saben a quién acudir y en silencio pueden solidarizarse o inclusive ayudar al acosado.




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