La Justicia de Estados Unidos remitió ayer a la Audiencia Nacional un informe de la DEA (Administración para el Control de Drogas americana) en el que detalla cómo el ex presidente de Venezuela Hugo Chávez reunió en 2005 en su residencia oficial a los responsables de Inteligencia del país para ordenarles «combatir a EEUU inundándolo de cocaína».

Este documento,al que ha tenido acceso en exclusivaelmundo.es, desvela que uno de los asistentes a dicho encuentro fue Hugo Carvajal, alias El Pollo, ex jefe de la Inteligencia Militar venezolana, detenido en España el pasado mes de abril acusado de narcotráfico yque se encuentra encarcelado en estos momentos en la prisión de Estremerapendiente de que se resuelva la petición de extradición solicitada por Estados Unidos.

La DEA se basa, entre otros, en el testimonio de uno de los asistentes a dicha cita, al que bautiza en clave como «testigo uno», y aclara que se trata de «un ex juez que se desempeñó en un tribunal de Venezuela a partir de aproximadamente 2005».

Ese mismo año, siempre según el relato que ha prestado a las autoridades estadounidenses, se celebró la mencionada reunión «en la casa del entonces presidente Chávez». A la misma acudieron, además de Carvajal y del propio comandante, «el general Henry de Jesús Rangel Silva, entonces jefe de una agencia de Inteligencia venezolana conocida como DISIP; Diosdado Cabello, en ese momento gobernador de Miranda; y Tareck El Aissami, entonces miembro de la Asamblea Nacional de Venezuela».

La DEA explica que «durante la reunión Chávez instó al grupo, en sustancia y en parte, a promover objetivos políticos, incluido el de combatir a Estados Unidos inundando el país con cocaína». De esta forma, la Agencia Antidroga americana añade que «Chávez les ordenó», a renglón seguido, «coordinarse» con la guerrilla colombiana de las FARC para consumar el plan.

Este grupo, según relató el citado testigo, pasó a institucionalizar las reuniones cada mes y éste asegura haber asistido al menos a cuatro de ellas. A estos encuentros secretos les sucedió, «aproximadamente dos o tres semanas después de la reunión en la residencia presidencial, un grupo similar», del que también formaba parte Carvajal, y que «fue convocado a la casa del vicepresidente venezolano José Vicente Rangel«.

En esa nueva cita se descendió ya al detalle del plan ordenado por el presidente para desarrollarlo con éxito. «Durante la reunión Cabello describió las rutas terrestres y marítimas de tráfico de drogas a través de Venezuela y Carvajal indicó que la cocaína sería suministrada por guerrillas colombianas, es decir, las FARC».

CÁRTEL DE LOS SOLES

En el marco de esta hoja de ruta supuestamente diseñada por Chávez, Carvajal, considerado por la DEA como miembro destacado del denominado Cártel de los Soles, al que define como «una organización venezolana de narcotraficantes compuesta por altos funcionarios venezolanos», fletó en abril de 2006 un avión DC-9 que despegó de Venezuela en dirección a Toluca (México), «pero se vio obligado a aterrizar en Campeche debido a fallos mecánicos«.

El avión contenía 5,6 toneladas de cocaína que la DEA atribuye a Carvajal, quien según las autoridades americanas, «pidió al testigo uno que estuviera de juez de guardia en caso de que las autoridades del orden público» le vincularan con el cargamento.

En el marco de la colaboración con las FARC, Chávez impuso además que la Justicia venezolana exculpara a los miembros de la guerrilla colombiana de cualquier delito en el que se viera inmersa en territorio venezolano vinculado a «asesinatos, narcóticos, secuestros, tiroteos y extorsión». El segundo gran testigo al que se aferra la DEA es, según relata la propia Agencia Antidroga, «un miembro del ejército de Venezuela asignado como seguridad para Chávez entre 2008 y 2013». Este «testigo dos» sostiene que «proporcionó la seguridad en una reunión organizada por Chávez en un rancho, a la que asistieron, entre otros, el ministro del Interior venezolano Ramón Rodríguez Chacín y el cabecilla de las FARC Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez».

En aquel encuentro, el jefe de seguridad del mismo explica que «escuchó a Márquez describir la necesidad de apoyo logístico». Concretamente, «uniformes, barcos y ordenadores». Y que, a continuación, «Chávez indicó que los fondos serían provistos a las FARC por Petróleos de Venezuela (PDVSA), la petrolera estatal venezolana». Asimismo, según este relato, «Chávez ordenó al testigo dos que le trajera un teléfono» y él mismo «le oyó hablando con Carvajal». En dicha conversación, el presidente «le ordenó suministrar armas a las FARC que previamente habían sido utilizadas por el ejército venezolano y otras, obtenidas nuevas de Rusia».

Lee el trabajo completo en: elmundo.es




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