El embajador de España en Venezuela, Jesús Silva, informó este jueves que se instaló un «gabinete de coordinación» entre todos los consulados, instituciones y empresas españolas para abordar juntos cualquier situación derivada de la crisis política por la que atraviesa el país petrolero.
«Montamos un gabinete de coordinación de la embajada, nos hemos puesto en contacto con los consulados, con las empresas españolas y también con las líneas aéreas», dijo a Efe el embajador.
Asimismo, confirmó que «todo el mundo está muy bien» en referencia a las instituciones mencionadas, así como las que congregan a las diferentes comunidades de españoles residentes en este país.
España es el segundo inversor en Venezuela después de Holanda y un total de 72 filiales de empresas españolas operaban allí en 2018, pese a que ese país está considerado como el cuarto del mundo más difícil para hacer negocios.
Así lo afirmó hoy el Ministerio español de Industria y Comercio, que se remite a datos del Banco Central de Venezuela de los últimos diez años y apunta que en los últimos años la inversión extranjera prácticamente se limita a la reinversión de beneficios, con la excepción de tres grandes operaciones de origen español.
Venezuela atraviesa una severa crisis política, que se suma a la económica y social, después de que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se juramentara como presidente interino del país pues la Cámara considera que Nicolás Maduro es un «usurpador» de la Presidencia tras ser elegido de forma fraudulenta.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, habló este jueves con Guaidó, a quien trasladó el mensaje de que unas elecciones democráticas y transparentes son la salida «idónea y natural» a la crisis en ese país, según informaron fuentes del Ejecutivo.
Sánchez, que se encuentra en Davos en el Foro Económico Mundial, mantuvo una conversación telefónica de unos diez minutos con Guaidó en la que le preguntó por sus planes.
