El Ministerio de Asuntos Exteriores de España oficializó este miércoles 4 de noviembre la designación del embajador Juan Fernández Trigo, quien se encontraba al frente de la legación de su país en Cuba, como encargado de Negocios con cartas de gabinete en la representación diplomática en Venezuela.
Según el Boletín Oficial del Estado (BOE, similar a la Gaceta Oficial), organismo que también expidió un documento en que cesa definitivamente las funciones en nuestro país del embajador Jesús Silva, destaca
«Vengo en disponer el cese de don Jesús Silva Fernández como Embajador de España en la República Bolivariana de Venezuela, agradeciéndole los servicios prestados», reza la corta misiva firmada por la canciller Arancha González Laya.
Fernández Trigo es abogado e ingresó a la carrera diplomática en 1986 y ha estado destacado en las misiones diplomáticas de España en Vietnam, Cuba y Haití. Además ejerció como consejero de la Representación Permanente de España ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Jefe de Delegación del Servicio Europeo de Acción Exterior para Uruguay.
También asumió por un tiempo la coordinación de la Consejería de Asuntos Exteriores y Transparencia de la Generalitat de Cataluña y organizó el viaje de los reyes de España a Cuba en noviembre de 2019, refiere Radio COPE.
Estos movimientos diplomáticos se dieron luego de registrarse la salida del político venezolano Leopoldo López de la embajada de España en Venezuela tras permanecer año y medio en calidad de «huésped», después de haber participado en el fallido alzamiento militar del 30 de abril.
Luego de la huida de López, el Ejecutivo venezolano acusó al embajador Jesús Silva Fernández y a España de haber colaborado para facilitar la salida del coordinador nacional de Voluntad Popular, mientras que España recordaba que eso fue una decisión personal del político venezolano y que él era un «huésped» y no un prisionero, por lo que podía salir de la residencia del embajador cuando él lo dispusiera.
Por otro lado, el embajador Jesús Silva aseguró a finales de octubre que la misión diplomática a su cargo siempre ha sido respetuosa de las normas internacionales y ha actuado con neutralidad, luego de que el Gobierno le acusara de violar la Convención de Viena.
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