Cuando esta patología aparece, marca un antes y un después en la vida de la persona afectada y su familia. Genera sentimientos contradictorios, emociones y aumenta los miedos, pero también las pasiones y los retos. Las personas que transitan el proceso del cáncer, tras finalizar los tratamientos afrontan dificultades en el ámbito laboral, familiar, psicológico y social. Se generan una serie de necesidades que, muchas veces, no son tomadas en cuenta, y que es necesario dar a conocer a toda la sociedad para que se atiendan correctamente.
En Venezuela la mortalidad por cáncer se ha elevado y las posibilidades de sobrevivencia se hacen más difíciles motivado a la escasez de medicamentos y al poco acceso a los tratamientos. Las personas con cáncer no solo se tienen que enfrentar un diagnóstico complejo, sino una situación país en donde los tratamientos, tanto de quimioterapia o radioterapia como los de seguimiento de la enfermedad no se consiguen.
De allí la importancia de defender el derecho al acceso a medicamentos y tratamientos oportunos y a la prevención y diagnóstico precoz porque es el derecho a la salud y la vida.
(Prensa Funcamama)