La narrativa cambió. Para Estados Unidos, principal aliado de la oposición liderada por Juan Guaidó, ahora solo hay una opción planteada sobre la mesa: una salida pacífica, política y constitucional. Así lo ratificó este jueves 27 de mayo el embajador estadounidense, James Story, quien sostuvo que su país apoya plenamente la reciente decisión anunciada por la oposición de incorporarse a un proceso de negociación con la administración de Nicolás Maduro, a fin de enfrentar la crisis humanitaria que azota a la población y conseguir una solución al conflicto político. “Vamos acompañando el proceso y apoyamos la iniciativa”, dijo el diplomático.
Las sanciones impuestas por EE.UU. contra funcionarios maduristas y Pdvsa son el principal incentivo que tiene para ofrecer la oposición en la negociación con el madurismo. Y Story lo tiene claro. Por eso expuso que el gobierno de Joe Biden está dispuesto a evaluar el levantamiento de las restricciones, pero solo si se producen cambios concretos y significativos que apunten a la restitución del hilo constitucional y democrático. “Como siempre lo he dicho: las sanciones nuestras están ahí para obligar a que ocurran algunos cambios para la restauración de la democracia en Venezuela”, agregó Story.
Expectativas sobre la negociación
-No es la primera vez que ocurren estos procesos de negociación entre las partes en Venezuela, sin embargo hasta ahora ninguno ha tenido éxito, ¿cuál sería la reacción de EE.UU. si este nuevo intento de negociación falla? ¿Aumentarían la presión?
-Es bastante notable que el régimen no tiene respuestas para la crisis económica, política, social, del coronavirus, la crisis del petróleo. Lo que queremos ver, obviamente, es que tenga éxito, pero no vamos a relajar las sanciones si no hay cambios de nada. Hemos sido bastante firmes en que vamos a mantener las sanciones hasta que haya una ruta con acciones concretas que indique cambios irreversibles para la restauración de la democracia.
Yo creo que no deberíamos especular sobre cuál sería el paso siguiente o el plan b, c y d. Existe un “plan a” y los dos lados indican que están dispuestos a tener conversaciones. Apoyamos ese proceso y vamos a ver si se logra algo que realmente sirva a los intereses de los venezolanos.
-¿Y tiene esperanzas usted en ese “plan a”? ¿Cree que podría encontrar allí una oportunidad para que usted y su equipo regresen a la sede de la embajada estadounidense en Caracas?
-A nosotros nos encantaría estar en Venezuela, porque siempre he dicho y estamos bastante claros de que un cambio entre las relaciones de Estados Unidos y Venezuela ayudaría a la restauración de la democracia. Y también para que los venezolanos puedan entender mejor a los Estados Unidos de América, otorgar las visas para las personas que quieran viajar, tener vuelos directos. Eso sería bienvenido para todos.
Será un proceso difícil. En el pasado no ha tenido los resultados que esperaban las personas. Los venezolanos y la comunidad internacional deben entrar al proceso con los ojos bien abiertos. La política nunca es estática y en este momento la oposición con el pacto de Acuerdo para la Salvación Nacional está buscando la manera de unir esfuerzos para un diálogo que derive en una salida política de la crisis.
-Maduro ya puso sobre la mesa sus condiciones para negociar: levantamiento de sanciones, reconocimiento de instituciones como la Asamblea Nacional electa el 6 de diciembre y la devolución de las cuentas del Banco Centra de Venezuela y Pdvsa, ¿es posible avanzar en el proceso con esas condiciones? ¿Qué hace falta para que EE.UU. levante las sanciones?
-Es importante que Maduro haya señalado que está dispuesto a una negociación y un diálogo. Eso está muy bien y me alegro. En la mesa de diálogo se pueden tocar todos los temas. Lo que quiere Maduro es legitimarse y tener acceso a fondos en el exterior, comenzar a procesar petróleo, buscar manera de pagar sus deudas y levantar todas las sanciones. Eso es lo que quiere él.
El planteamiento de la oposición democrática de Venezuela es bastante sencillo también. Lo que quieren ellos es que cada partido político pueda ejercer sus derechos en el país, que haya elecciones libres, justas y verificables, que el pueblo tenga acceso a la vacuna sin el Carnet de la Patria, que no haya represión, que no haya presos políticos ni censura en los medios.
Ahora bien, no deberíamos opinar sobre hasta dónde van a llegar antes de que comience el proceso. Obviamente lo que queremos es que esas conversaciones comiencen y que tengan ellos la oportunidad de llegar a los acuerdos necesarios para detener el sufrimiento del pueblo de Venezuela. Entonces, qué bien que él (Maduro) dijo lo que quiere y que está dispuesto a sentarse.
Encuentros con ambas partes
-En otras entrevistas con El Carabobeño usted llegó a decir que constantemente mantenía conversaciones con representantes del madurismo, ¿eso se mantiene? ¿Recientemente ha tenido algún tipo de encuentro con líderes del madurismo?
-Esa es una pregunta difícil y debo ser un buen diplomático. No voy a hablar sobre conversaciones diplomáticas que tenemos o no con los grupos. Lo que sí puedo decir es que hemos sido bastante claros con varios factores de la política venezolana, en lo público y también en lo privado, sobre el hecho de que apoyamos un proceso de negociación entre venezolanos y que estamos dispuestos a evaluar las sanciones, siempre y cuando hayan condiciones mejores para las restauración de la democracia. Vamos a mantener esa postura.
-Pudimos ver que representes de la oposición venezolana, como Julio Borges y Leopoldo López, se reunieron en Quito con altos funcionarios del gobierno estadounidense, ¿conoce qué se habló en en esas reuniones? ¿Podría hablarnos sobre los resultados de esos encuentros?
-La embajadora ante la ONU Linda Thomas-Greenfield, la subsecretaria de Estado interina para asuntos de América Latina Julie Chung y otro representante de la Casa Blanca tuvieron la oportunidad en Ecuador de sentarse con Julio Borges y Leopoldo López. Yo creo que fue importante porque hablaron sobre la plataforma unitaria, elecciones libres, justas y verificables, sobre cuál sería el papel de los Estados Unidos y la comunidad internacional en el nuevo proceso, sobre cómo ayudar para que las vacunas lleguen a Venezuela y sobre otros asuntos de la crisis humanitaria.
Tocaron todos esos temas y fue una oportunidad de buscar la manera de apoyar este proceso. Yo creo que fue muy importante ese encuentro y vamos a tener más.
Sanciones y apoyo humanitario
-Sobre las sanciones al sector petrolero, el candidato a subsecretario de Estado para el hemisferio occidental hizo una afirmación que nos llamó la atención. Dijo que en Venezuela hay suficiente diésel para los próximos seis meses. ¿Ustedes manejan información sobre el estado actual de la industria petrolera venezolana?
-La pregunta realmente debería ser: ¿por qué la existencia de ese diésel no se refleja en el país? Por las mafias de la Guardia Nacional Bolivariana que lo está cobrando a un precio internacional, las mafias de la minería ilegal. Sabemos que la producción es más que la demanda.
Según la prensa, está llegando o ya llegó un buque con 500 mil barriles de diésel. Ahora vamos a ver a dónde va a parar ese combustible, si para la industria agrícola y el transporte, o si va para un sistema en el que no hay transparencia. Vamos a ver qué va a pasar con eso.
Debería llamar la atención también el buque Alicia, que ya salió una vez a Cuba y que está regresando a Venezuela de nuevo. Si no hay diésel, ¿por qué Alicia, que carga ese combustible, está constantemente entrando y saliendo de Venezuela para Cuba? ¿Es porque los cubanos merecen el diésel y los venezolanos no o es que Cuba manda y Venezuela es colonia de Cuba?
Es importante destacar que hasta el propio Maduro había dicho que el problema no era la producción de diésel sino la distribución en el país. ¿Dónde está la transparencia que merece el tema? Vamos a ver qué es lo qué pasa con ese nuevo envío de 500 mil barriles que acaba de llegar.
-En los últimos años la embajada ha apoyado diversos programas para ayudar a aliviar la crisis en el país, como Héroes de la Salud, por ejemplo. ¿Cuáles de esos programas se mantienen?
-Obviamente no puedo entrar en detalles, porque la dictadura había dicho que todas las organizaciones no gubernamentales debían registrarse y mostrar de dónde viene su plata y hacia dónde va. Fue un acto hasta patriótico el de más de 600 organizaciones diciendo que no van a entregar la información a la dictadura. Vamos a seguir apoyando, como siempre lo hemos hecho.
Es importante destacar el trabajo fuera de Venezuela que no solo esta haciendo los Estados Unidos sino también otros países. Hay casi seis millones de venezolanos fuera del país. Nosotros estamos apoyando a esas personas con comida y un lugar para pasar la noche, con sus papeles, con transporte, con vacunas y con todo, porque ellos realmente salieron con nada y la gran mayoría fue robada en la frontera. El gobierno de Colombia ha hecho un gran esfuerzo. Igual el gobierno en Perú, Chile y otros países.
Vamos a seguir apoyando también a los venezolanos que se han quedado dentro del país y vamos a seguir trabajando dentro de Venezuela donde podamos.
Cuando dijeron (la administración maderista) que el 90 % de las enfermeras, médicos y trabajadores de los hospitales han recibido la vacuna, es falso. Ese comunicado es falso. Tienen que actuar con transparencia y dejar que la comunidad internacional ayude al pueblo de Venezuela. Es lo que queremos, ayudar. Y creo que una forma de ayudar al pueblo de Venezuela es que haya diálogo y que nosotros apoyamos ese diálogo.
