Para Rossana García Leal el fallecimiento de su tía, además de muy doloroso, se convirtió en un proceso difícil, tras el incumplimiento del contrato de la empresa Sercompreca y el maltrato tanto en la funeraria Superior, como en el cementerio Jardines del Recuerdo. El pasado 21 de mayo no solo murió su tía, también fue el inicio de una lucha por lograr un velatorio y entierro según lo convenido.

García contó que un día antes del fallecimiento de su tía, ante el inminente desenlace su esposo acudió a la funeraria a buscar información y revisar minuciosamente los detalles del servicio contratado. Le dijeron que todo estaba bien, pero al día siguiente la familia comenzó a ver las irregularidades.

Primero, según su relato, les habían indicado que debían pagar 312 dólares para cerrar el servicio. Cuando acudieron el día de la muerte les dijeron que faltaban 50 dólares. «No nos dieron recibo por este pago que, según la funeraria, era para un mantenimiento que los deudos nunca vimos».

La funeraria aseveró que se encargarían de tramitar los documentos, pero según Rossana García, se desentendieron. «La familia tuvo que movilizarse y como hubo una anegación ese día en el sitio donde se tramitaban los papeles hubo un retraso y tuvimos que dejar a mi tía un día más en la funeraria. También tuvimos que maquillarla, porque ni eso hicieron».

En cuanto al traslado, según García se incumplió lo estipulado. Habían ofrecido una carroza y un carro para llevarla al cementerio Jardines del Recuerdo, pero tampoco cumplieron. Mandaron una sola camioneta. «La urna según el contrato era catedral y le dieron una muy inferior».

Los familia tuvo que esperar más de media hora por la llegada de los sepultureros. «Cuando llegaron y mientras hacían la excavación mantuvieron una conversación de muy mal gusto».

Una semana después del fallecimiento, la familia acudió al cementerio a visitar a sus otros seres queridos enterrados allí, pero no encontraron las tumbas de todos, pues la maleza las cubrió. «Logramos identificar apenas dos tumbas y eso gracias a que con unas tijeras logramos cortar parte del monte».

Roxana García lamentó toda esta situación y espera los correctivos, ya que el esposo de su tía, así como otros familiares tienen un contrato de servicios la empresa Sercompreca y no quieren volver a pasar una situación similar, ni con la funeraria Superior, ni con el cementerio Jardines del Recuerdo.

Todas estas denuncias fueron enviadas a una dirección sugerida por la misma funeraria y también el cementerio. Se hizo pública con la intención de que no se repitan hechos como éste que se constituye en un abuso, afirmó García.




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