Al término del año escolar 2019-2020, Fe y Alegría logró llevar sus programas de educación a distancia, en medio de la contingencia por la pandemia de COVID-19, a 81% de la población estudiantil perteneciente a su red de escuelas distribuida en todo el país, informó este lunes 3 de agosto Manuel Aristorena, S.J., director general de la institución en Venezuela.
“Ha sido un curso duro, atípico, donde creamos e innovamos, respondimos a una realidad cambiante y retadora, le hicimos frente y sacamos lo mejor de nosotros”, dijo Aristorena en un comunicado. “El personal, sobre todo los docentes y comunicadores, no se amedrentó ante la crisis. Formamos equipos que transitaron nuevos caminos para responder al compromiso de educar”.
A pesar del reto que representó la migración repentina de las clases presenciales hacia el aprendizaje a distancia, Fe y Alegría pudo cumplir su objetivo de alcanzar a la mayor cantidad posible de estudiantes y lo hizo mediante la elaboración de más de 300 guías para todas las etapas de educación básica y bachillerato, infografías, publicaciones en redes sociales, videos, podcasts educativos, foro-chats, entre otras estrategias.
Para la capacitación de los docentes en lo multimodal, la organización creó 15 guías formativas. Además, gestionó la obtención de recursos para la compra y disposición de equipos y el saldo de los teléfonos de los profesores, impulsando así la campaña “Maestros al teléfono”. La meta era adquirir unos mil celulares para el personal docente.
A través de programas radiales la institución también pudo llegar a los hogares venezolanos. “Nuestras radios educativas con sus micrófonos abiertos pusieron el énfasis en la comunicación para salvar vidas, con servicios informativos útiles para las familias y campañas para prevenir contagios. Queremos ser una voz que dé a conocer la realidad de nuestros barrios, sus carencias y deseos y abiertos a todas las voces”.
En cuanto al programa de alimentación escolar, detalló, fueron atendidos 48 mil 079 estudiantes y cuatro mil 123 trabajadores de 85 escuelas. Mientras que con la ejecución de la iniciativa “Todos y todas a la escuela”, que incluyó dotación de útiles, fueron beneficiados en 96 centros educativos 59 mil 253 alumnos y dos mil 310 docentes.
Aristorena resaltó como una de las mayores enseñanzas que les dejó el año escolar pasado la capacidad de “combinar creatividad y compromiso para llegar a más del 80% de nuestros alumnos y participantes, usando internet, redes sociales, WhatsApp, teléfonos inteligentes, las emisoras, SMS, carteleras, incluso visita a los hogares, apoyo de las organizaciones comunitarias, con escasos recursos, carencia de equipos y malos servicios de conectividad”.
Sin embargo, agregó, “a pesar de la gran satisfacción por el trabajo realizado”, les queda el reto de atender ese 19% de los alumnos, que son más de 20 mil, por lo que hizo un llamado de colaboración a ciudadanos, empresarios, organizaciones, familias, Iglesias, alumnos, exalumnos y, principalmente, al Estado: “salvemos la educación”.
“Nuestros muchachos merecen una educación de calidad y nuestros educadores unas condiciones dignas para educar”, agregó. “Confiamos que tanto el MPPE como el Mppeu implementen soluciones para que todos los docentes del país puedan dedicarse con todas sus energías a formar ciudadanos competentes, críticos y constructivos”.
