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Didi Rufus decidió transformar sus obras en token no fungibles (NFT) para participar en el Venezuela Art Fair (Foto: Cortesía)

Una galería de arte ya no tiene que estar llena de obras. Parece que el futuro ya llegó y Didi Rufus intentó demostrarlo con su exhibición en Nueva York en una sala en la que su pared estaba llena de códigos QR.

Es una venezolana de 28 años dedicada al criptoarte y que decidió transformar sus obras en token no fungibles (NFT) para participar en el Venezuela Art Fair, realizado los días 24, 25 y 26 de junio en Nueva York.

Fue así como el espacio que tenía para ella en la galería era una exhibición de códigos QR, a través de los cuales los asistentes podían interactuar virtualmente con sus pinturas y, en caso de querer comprar alguna, podían hacerlo a través del mercado de criptomonedas.

Fue una apuesta totalmente novedosa con la que representó al país. “Mi propuesta fue llevar la los NFT al siguiente nivel, creo profundamente en ese mundo, en la evolución del arte, que está cambiando constantemente sin pedirle permiso a nadie”.

Una artista autodidacta

Didi no estudió nada relacionado con el arte. Es abogada de profesión especialista en propiedad intelectual. Pero hace siete años sintió la necesidad de buscar respuestas sobre sí  misma. “En ese momento tenía mucha ansiedad, fui a terapia y el arte significó un canal para volver a respirar a través del color y transitar esa etapa de mi vida”.

Empezó con lo que tenía en casa, en su mayoría materiales escolares. Y poco a poco fue perfeccionando su técnica de manera autodidacta hasta trasformar el arte en un complemento en su vida hasta el punto de ser un aspecto profesional importante para ella.

Hace seis meses migró a Portugal. Desde allá sigue trabajando por sus sueños y fusionando la pintura con la consultoría y acompañamiento personalizado a otros artistas para que cursen sus proyectos protegiendo sus obras.

“Me dedico a pintar, compartir contenido en redes sociales para crear la cultura de propiedad intelectual en el arte, porque el mundo requiere mucho color y necesitamos inspirarnos en las historias de todos”.

Gracias al mundo digital lo ha logrado. Ha expuesto su obra, su vida y ha conectado con otros artistas.

Haciendo realidad los sueños con el arte

No ha sido un camino fácil. Didi ha persistido y trabajado mucho tras sus objetivos, aun así, ella no ha dejado de creer, de confiar en su talento.

Aseguró que aunque soñar es gratis, hay que pagar el precio por hacerlo realidad. “Amerita un trabajo duro, sacrificios, pero sin ponerle límites a la imaginación. Lo importante es proponernos cosas que al momento pensamos que eran increíbles, pero que sí podemos lograr”.

Fue así como empezó a exhibir sus obras en Caracas para luego aspirar más alto. En 2017 estuvo en Málaga y en 2019 en Miami y Nueva York, ciudad que visitó recientemente en Venezuela Art Fair. “A los jóvenes les digo que sea lo que sea que esté sucediendo en tu vida en este momento, no sobrepase tu capacidad de soñar y de creer”.




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