Irreconocible, brutalmente golpeado y con heridas punzopenetrantes, fue hallado el cadáver del taxista Aquiles de Jesús Abreu Salas, de 70 años, en una cuneta de la urbanización La Lagunita Country Club, municipio El Hatillo, sur este de Caracas.
Abreu vivía en la urbanización Manzanares, municipio Baruta, y salió el domingo en la tarde con rumbo desconocido, por lo que al notar su ausencia la familia presintió lo peor y acudió a la morgue este martes.
El septuagenario trabajaba con clientes fijos que lo llamaban. Se encontraba viendo el fútbol con sus familiares, en cholas y ropa deportiva, de pronto se levantó y salió sin decir para dónde.
Sus parientes comentaron que lo vieron pensativo y triste todo el día. Como salió en cholas dedujeron que andaba por ahí cerca, pero al pasar las horas y ver que no llegó a dormir, pensaron lo peor.
Lo llamaron al celular, estaba apagado, y el siempre atendía o llamaba para avisar que llegaría tarde.
Por eso se dirigieron a la morgue, donde les notificaron que el cuerpo sin identificación, de un adulto mayor, había sido ingresado. Tenia golpes y lo apuñalaron con un punzón (pica hielo).
Estaba completamente desfigurado, su nuera no lo reconocía, pero al entrar su hijo afirmó que era Aquiles por las ropas que llevaba el domingo.
Lo despojaron de su carro, un Toyota corolla blanco con placa de taxi, celular y documentos de identidad.
