Los obstáculos de la industria nacional no han cesado. En la planta de Heinz, ubicada en San Joaquín, al oriente de Carabobo, deben sortear varias dificultades para cumplir con la meta planteada de cosechar 14 mil 400 toneladas de tomate en la zafra 2023 – 2024.
El presidente de la empresa, Andrés Gómez, detalló que hoy enfrentan las peores condiciones competitivas en los últimos 50 años de la compañía. Aún así, siguen trabajando. “Si vamos a esperar el gasoil, las semilla, las herramientas para la producción… no vamos a hacer nada”.
Más allá de los escenarios económicos del país, con o sin sanciones, para ellos se trata de convicción. Relató que en el contexto actual deben anticiparse a todo para enfrentar las fallas con el combustible, los trámites para la importación de la semilla y hasta hacer pagos por adelantado.
Como un reto grande definió el proceso productivo de la planta que debe tener siempre tres permisos vigentes para traer las semillas del exterior, que fue desarrollada especialmente para el campo venezolano. “Si se vence uno, no se puede importar y no hay donde comprarlo en otro lado… Hacemos esto porque nos gusta”.
Recordó que Heinz antes exportaba gran parte de sus productos, pero esa es una opción descartada por los momentos. “Intentamos con vinagre, pero no somos competitivos… Hemos pasado por muchas crisis, protestas, escasez de alimentos y de combustible, la pandemia… Pero el año pasado fue muy difícil. Había mucha competencia de productos importados, eso ha bajado un poco, pero se mantienen la competencia desleal”.
Una buena cosecha de tomates
Durante la presentación de la zafra 2023 – 2024, se dieron los resultados de la temporada pasada que ha sido la mejor en los últimos años con 24 mil 437 toneladas de tomate recibidas en la planta de San Joaquín.
Desde 2019, Heinz es la única empresa del rubro que procesa su pasta de tomate con producción de campos venezolanos. La compañía entrega las semillas importadas a agricultores de varias regiones del país, los asesora y guía y luego les compra los tomates.
58% de los productores están en Guárico, el 27% en Portuguesa, el 13% en Cojedes y el 2% en Carabobo.
Esta es una labor reimpulsada en 2017 cuando iniciaron con siete mil 625 toneladas de tomate y siguieron en ascenso por dos años para luego descender en 2020, año de la pandemia, y seguir en recuperación hasta tener el número récord de 2023.
Para la zafra actual cuentan con 19 productores entre los que se repartieron 9 millones 600 mil semillas sembradas en 240 hectáreas. Las 14 mil 400 toneladas de tomate que se esperan cosechar es para procesar dos mil 400 toneladas de pasta de tomate. De esta manera el plan es una productividad en el campo de 60 mil kilos por hectárea, y en planta de seis kilos de tomate por cada kilo de pasta.
Una marca llena de recuerdos
La periodista y activista de protección del medio ambiente, Valentina Quintero, estuvo presente en la presentación de la zafra actual y dijo que cuando visitó la planta de Heinz por primera vez, en agosto de 2023, el olor del lugar la trasladó a su infancia.
Ella comprobó que gran parte del personal tiene muchos años trabajando en la empresa y que eso habla de pertenencia y arraigo. “Pero fue el olor, aquello que te remonta a la infancia y descubrir en ese momento, después de toda una vida, que el kétchup que compraban en mi niñez y la que yo aún sigo comprando se hace con tomates venezolanos, eso fue inesperado para mí”.
Relató historias de agricultores que la han marcado. Como la de uno que pensó que perdería la cosecha por una lluvia inesperada y la de la mosca blanca que azotó 30 hectáreas, pero con la que aprendieron a convivir y a controlarla.
“Estoy convencida de que vamos a reconstruir a Venezuela desde la tierra, lo estamos demostrando con el tomate, el cacao, el café. La tierra es arraigo. Es la certeza de que lo podemos hacer y lo vamos a hacer bien”.
