En Guayaquil principal puerto de la hermana República del Ecuador, nació el 2 de marzo de 1770 José María  de la Concepción de Antepara y Arenaza.

Su vida y obra poco conocida y divulgada, la dedicó inicialmente al comercio en la ciudad natal, luego se residenció en México a partir de 1801.

En la oportunidad de viajar a Londres en 1809, con el propósito de adquirir un trapiche para el ingenio de su suegro; en agosto de ese año leyó un artículo publicado por Miranda en el Edinburgh Rewiew, que le llamó la atención por estar referido a su afán emancipador.

A través del español Manuel Cortés Campomanes, conoció a nuestro Precursor, amistad que perdurará, dedicando su tiempo, fortuna e iniciativas en apoyo de las ideas mirandinas.

Antepara se mudó a Londres para llevar a cabo sus propósitos; el prócer caraqueño lo denominaba:
“el amigo mexicano”.

El 15 de marzo de 1810, publicaron el primer número de «El Colombiano», gaceta de dos columnas escrita en castellano.

Antepara firmaba como Editor, para que no apareciera el ilustre caraqueño y  ser objeto de retaliaciones.

Contó con el apoyo intelectual y financiero de algunos amigos que se encontraban en la ciudad londinense.

Escrito que informaba sobre los principios franceses de: Libertad, Igualdad y Fraternidad, con la idea de abrir los ojos en beneficio de la  ansiada como inexistente independencia.

Es de mencionar entre los colaboradores de Antepara, al profesor Cortés Campomanes, uno de los involucrados el 3 de  febrero de 1796, día de San Blas en un movimiento revolucionario en España, cuyo líder fue el profesor Juan Bautista Picornell; también se involucraron los profesores José Lax y Sebastián Andrés, encarcelados en La Guaira por disposición de las autoridades españolas, ellos estimularon con sus ideas, la preparación del movimiento de Gual y España debelado el 15 de julio de 1797.

Los españoles  pudieron escaparse el 4 de junio de 1797 hacia Curazao, donde recibieron apoyo de la heroína Isabel Gómez, la madre de Manuel Carlos Piar.

Algunos aspectos de «El Colombiano» fueron publicados en la Gaceta de Buenos Aires.

En base a los documentos  históricos y recopilaciones, Antepara publicó el 1ro de septiembre de 1810, su obra «Emancipación en Sud América», escrito en inglés con Miranda en la portada, de venta en las librerías londinense.
Daba a conocer a los europeos la vida del Precursor en sus últimos veinticinco años.

Valiosa información enviada a muchas personalidades involucradas en los movimientos autonómicos; importante edición que ha servido para estudiar a fondo la actividad de Francisco “libertad” Miranda.

Ante los reiterados reclamos de España a Inglaterra a través de su embajador el Duque de Alburquerque  por permitir la publicación de «El Colombiano», considerada subversiva por los ibéricos que llegaban clandestinamente al Nuevo Continente, los editores suspendieron la edición en el quinto número.

Antepara estuvo presente en la visita realizada por Bolívar, Bello y López Méndez en julio de 1810, a Miranda  en su residencia londinense, a fin de solicitarle su presencia en Venezuela para dirigir la lucha redentora.

Antepara lo acompañó en el navío «Avon» en su viaje a La Guaira que desembarcó el 10 de diciembre de 1810.

Cuando apresaron en La Guaira a nuestro ilustre Precursor la madrugada del 31 de julio de 1812, Antepara y el francés  Pedro Antonio Leleux, con mejor suerte, pudieron sacar de La Guaira hacia Curazao en el navío “Saphire” el valioso Archivo Mirandino,  entregado a la firma inglesa Robertson y Belt, llevado posteriormente a Inglaterra, quedando en manos de William Spencer Robertson, donde permaneció por más de cien años hasta su venta y traída a nuestro país en 1926.

Robertson escribió con esa valiosa información:
“La vida de Miranda”.

Antepara regresó a Guayaquil en 1814.
Participó en varias operaciones militares.

Gracias a la experiencia adquirida al lado de Miranda y a la amistad con Bolívar, facilitó el apoyo para el general Sucre en enero de 1821.

Antepara fue designado Ayudante de Campo y Edecán del Héroe de Cumaná.

Muere este ilustre y olvidado guayaquileño luego de la derrota en Huachi el 12 de septiembre de ese año.
En el pedestal de su tumba se lee:

“Al Dios de los Ejércitos, aquí yace Don José de Antepara, condecorado con la Medalla de los Libertadores de su Patria.
Murió combatiendo por la libertad en los campos de Huachi, a los cincuenta y un años de edad”.

Una estatua de bronce al lado de las de José Joaquín Olmedo, José Villasmil  y León de Febres Cordero, eternizan la gloria de este servidor de la libertad.

Eumenes Fuguet Borregales.
eumenes7@gmail.com




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