La nueva reconversión monetaria del bolívar que entrará en vigencia en octubre, a solo meses de haber introducido tres nuevos billetes al actual cono monetario, constituye la tercera desde que Hugo Chávez eliminó tres primeros ceros al bolívar para convertirlo en Bolívar Fuerte (2008). Diez años despúes, en 2018, entró en vigencia el Bolívar Soberano con cinco ceros menos y con apenas tres años de vida útil. De modo que en 2021 surge el Bolívar Digital, del que se resalta la arbitrariedad de la medida y la incertidumbre que conlleva.
El medio alemán Deustche Welle (DW) conversó del tema con Ronald Balza, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bell, para quien el anunció del BCV apenas busca facilitar transacciones electrónicas sin asegurar estabilidad de precios, por lo que se da “sin haber tomado ninguna medida para ampliar la transparencia oficial ni los ajustes presupuestarios que reduzcan el financiamiento monetario”.
De esta forma, muchas resultan las dudas que los economistas se plantean, aunque la reconversión se esperaba desde hace meses. Sólo se sabe que eliminará seis ceros y que habrá una nueva familia de billetes y monedas. «No se distingue de la reconversión de 2018», aclara Balza, quien agrega que «no se dijo nada sobre disciplina fiscal, plan de ahorro, Petro o precio de la gasolina, por ejemplo».
No sirve de mucho
El economista calcula que en lo único que puede favorecer la medida es que, con menos ceros, los «bancos, el servicio aduanero y tributario, comerciantes y clientes, podrán reducir el número de caracteres usados en sus sistemas de computación», explica Balza, «sin embargo, no sirve para nada más». Además, los costos asociados al soporte técnico para calibrar los software que registran las impresiones fiscales suponen un gasto que afecta a las pequeñas y medianas empresas.
Balza añade que la reconversión no afectará el uso de dólares en Venezuela, solo «la emisión de bolívares, el saldo comercial o el endeudamiento externo es lo que puede cambiar las condiciones de la dolarización en Venezuela; nada de eso queda afectado con la reconversión».
Mientras se hacen los preparativos para recibir al Bolívar Digital en octubre, muchos se preguntan ahora cuánto tiempo pasará antes de una nueva reconversión monetaria. Cada vez se acorta el tiempo entre las reconversiones y emisiones de nuevas denominaciones de billetes para ajustarse a la hiperinflación, pero las medidas están lejos de frenar la inflación.
Para el economista, resulta impredecible señalar cuándo se puedan generar nuevos cambios al bolívar, pues no existe un patrón establecido ya que «la arbitrariedad es demasiada».
Con información de DW.
. Diez años despúes, en 2018, entró en vigencia el Bolívar Soberano con cinco ceros menos y con apenas tres años de vida útil. De modo que en 2021 surge el Bolívar Digital, del que se resalta la arbitrariedad de la reconversión y la incertidumbre que conlleva){kind=link}