Maduro llamó a los líderes mundiales, a través de la misiva leída por Faría el sábado, a dejar en segundo plano las posturas ideológicas y priorizar "el restablecimiento del camino diplomático y del diálogo político por encima del enfrentamiento militar".
El opositor Juan Guaidó rechazó "contundentemente" que Maduro continúe "brindando apoyo activo al régimen de (Vladimir) Putin en Rusia, en la violación de la integridad territorial de Ucrania".
El representante de Guaidó ante la ONU, Miguel Pizarro, catalogó como "una burla" que Faría afirmara que la mayoría de los venezolanos que migraron ya regresaron "voluntariamente" al país, "huyendo de las condiciones de esclavitud y explotación" en las naciones de acogida.
"Carlos Faría, canciller de Maduro, se burla de la ONU y de toda la comunidad internacional cuando, en el seno de la Asamblea General de la ONU, se atreve a decir que el 60% de los migrantes venezolanos ha regresado al país", dijo Pizarro.
El opositor agregó que "el mundo es consciente de la crisis de migrantes y refugiados que vive Venezuela", de donde salieron más de 6,8 millones en los últimos años, según la última actualización de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), difundida a finales de agosto.
También criticó el discurso el representante de Guaidó en Estados Unidos, Carlos Vecchio, quien dijo que las declaraciones sobre las cifras de migrantes que brindó Faría no tienen respaldo y "contradicen lo que apuntan las investigaciones que la misma ONU ha llevado a cabo".