Desde que se conoció la contratación de Jenrry Mejía por parte de Navegantes del Magallanes para la actual campaña del béisbol venezolano una combinación de expectativa e incertidumbre se generó. El lanzador dominicano llegó el domingo al país y recibió el visto bueno del instructor de pitcheo Roberto Espinoza y el manager Omar Malavé para debutar el día viernes, reto ante el cual se declaró preparado para asumir.
Mejía, otrora relevista de cartel destacado en Grandes Ligas con Mets de Nueva York de 2010 a 2015, tuvo su mejor campaña como cerrador en 2014 con 28 salvados, pero luego fue expulsado de por vida del béisbol organizado por violar el programa antidopaje de Major League Baseball en tres oportunidades. Ahora, reconvertido en abridor buscará un resurgir en Venezuela.
“Yo abrí juegos con el Licey en 2014 y 2015, tengo la experiencia en ese rol y vengo preparado para cumplirlo” afirmó el serpentinero pautado para enfrentar el viernes a Cardenales en Valencia, quien lanzó cuatro episodios durante las prácticas de los Tigres quisqueyanos y realizó un Live BP de 30 envíos la semana pasada antes de afrontar la misión bucanera.
“Es una nueva experiencia venir acá. No sé cuánto tiempo estaré con el equipo pero mi objetivo es hacer el mejor trabajo posible para quedarme la mayor cantidad de semanas. Sé que el Magallanes es como el Licey o los Yankees” comentó el pitcher de 28 años a los medios de comunicación presentes en el estadio José Bernardo Pérez antes del compromiso frente a Tiburones el martes.
La única certeza con respecto al estado del escopetero exligamayorista es que buscará asumir esta nueva oportunidad en la pelota caribeña como quien busca recuperar los antiguos aires que lo colocaban en la crema y nata de la gran carpa durante su estadía en la Gran Manzana. “El béisbol es un trabajo y hay que asumirlo como venga. Un lanzador de 28 salvados ahora como abridor, mira qué cosas.”
