«La comunidad internacional debe alzar su voz frente a esta arremetida autoritaria en Cuba y Venezuela. La lucha es por un continente sin dictaduras y donde prevalezca el respeto a los DDHH», dijo Borges en un mensaje en Twitter.
A su juicio, el presidente de Cuba, Miguel Diaz-Canel, y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, «están aliados para tratar de apagar la lucha democrática en ambos países».
Las protestas en Cuba se iniciaron con gritos de «libertad» en las calles, tras lo cual el Gobierno de Díaz-Canel cortó internet, reforzó el control policial y acusó a Estados Unidos de financiar el estallido social, que ha dejado un muerto, según fuentes oficiales, y centenares de detenidos.
Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado «maleconazo» de agosto de 1994, se producen con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.
Mientras, en Venezuela, el pasado lunes fue detenido otro aliado de Guaidó, el opositor Freddy Guevara, acusado de tener vínculos con supuestos grupos paramilitares.
Desde el chavismo, además, se ha acusado a varios dirigentes opositores, cercanos a Guaidó, de tener vínculos con las bandas armadas que propiciaron un tiroteo la semana pasada en zonas del oeste de Caracas.