La Copa Mundial de Fútbol de 1958 en Suecia quedó enmarcada dentro de los libros de historia deportiva por tres hechos: el despegue de Edson Arantes Do Nascimento «Pelé» como máximo referente del balompié con tan solo 17 años, la primera y hasta ahora única oportunidad en la que las naciones del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales) clasificaron a una cita mundialista, y por la actuación del francés Just Fontaine, capaz de anotar 13 goles en el certamen.
Fontaine, marroquí de nacimiento, llegó al país escandinavo como el principal socio en ataque de la estrella francesa Raymond Kopa, quien justo ese año fue galardonado con el Balón de Oro al mejor jugador del mundo. Sin embargo, el desempeño goleador del delantero en tan solo seis encuentros quedó grabado para siempre en los archivos del deporte.
Hasta Rusia 2018, ningún otro futbolista anotó tal cantidad de tantos en una sola edición del Mundial y solo el húngaro Sándor Kocsis con 2.20 goles por juego tiene mejor promedio que el galo quien dejó el guarismo en 2.17. Cabe resaltar que Kocsis marcó 11 goles en cinco encuentros disputados durante la justa de 1954 en Suiza.
BRILLÓ POR POCO TIEMPO
Fontaine solo disputó la Copa del Mundo del 58 debido a su retiro en julio de 1962 por continuos problemas físicos. Le anotó a Paraguay, Yugoslavia, Escocia, Irlanda del Norte, Brasil y Alemania Federal, es decir, a todas las selecciones que enfrentó en el torneo.
Destacó en su estreno frente a los suramericanos con triplete y ante los germanos en el encuentro por el tercer lugar, donde se exhibió con cuatro goles.
«No sé si alguien podrá superar ese récord, no soy adivino. Pero no me molestaría que quedara tal cual como está» declaró en 2014 a la página oficial de la FIFA.