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La gravedad es infalible. Siempre atrae, no falla. Camilo Arráez lo sabe y se lo repite a sus hijos cada vez que algo se les cae al piso, “tranquilos, es la gravedad”. No es un experto en el tema, es abogado, pero fue parte de lo que aprendió en aquellos años de estudiante de secundaria en las clases de física, esas de las que ni siquiera se enterarán los niños de cuatro y siete años. A ellos el Gobierno les arrebató la posibilidad de aprender, solo les tocará ser ideologizados.

El proceso de transformación curricular lo establece de esa manera. Ya no existirán docentes de química, biología o física en las aulas. No harán falta. Los alumnos deberán conformarse con algunos datos básicos que se les impartan. Pero lo que sí tendrán seguro son lecciones de acción comunal y formación laboral.

Una mañana de domingo, María Camila, la mayor de los hijos de Arráez, le preguntó a su papá ¿qué es la gravedad? Él lo pensó un poco antes de responder, varios términos pasaron por su mente y pudo armar con ellos un concepto básico: “Es una fuerza de atracción del planeta hacia su centro, por eso cuando dejas caer algo viaja rápidamente al piso, como ese jugo que acabas de derramar”. Se rieron. Pero él siguió pensando y se preocupó al recordar lo que leyó en las noticias a principios de diciembre sobre la existencia de una Gaceta Oficial que determina cambios en la educación que recibirán sus hijos. Ellos no podrán responder ese tipo de preguntas.

Es lo pedagógico lo que más alarma. Paola Bautista de Alemán, vicepresidenta de la Asociación Civil Forma, explicó que en líneas concretas se afectará la formación de los estudiantes de manera severa. “Se eliminarán materias tradicionales y elementales y serán sustituidas por áreas del conocimiento creadas como espacios para el adoctrinamiento”.

Otras asignaturas no desaparecerán, pero sí serán modificadas considerablemente. Es el caso de la historia de Venezuela que fue mutilada. Arcángel Delgado, directivo de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) en Carabobo alertó que los estudiantes solo conocerán lo que ha sucedido en el país desde 1998. El resto simplemente fue eliminado de los contenidos programáticos.

Todo esto como consecuencia de la aplicación del Plan de la Patria que ha sustituido a la Constitución, y de un proceso de consulta que excluyó a todos los sectores de la comunidad educativa nacional, pero que será aplicado en todas las instituciones y centros educativos oficiales dependientes del Ejecutivo nacional, estatal, municipal, misiones, entes descentralizados y en las instituciones educativas de carácter privado del subsistema de educación básica.

LO NUEVO

Dentro del proyecto presentado por el Ministerio de Educación se incluye un ejemplo de una de las nuevas unidades de aprendizaje, aplicable para el segundo año de bachillerato en el área de matemática. El tema seleccionado es “dinámica y distribución de las poblaciones humanas”, para el que se pretende que los alumnos realicen tablas, representaciones gráficas, estimaciones, fracciones y porcentajes.

También se plantean temas indispensables a tratar dentro de las aulas en orden de relevancia: Democracia participativa y protagónica; justicia social; diversidad intercultural; independencia, soberanía y autodeterminación de los pueblos; ideario bolivariano y unidad latinoamericana y caribeña; conocimiento del espacio geográfico e historia de Venezuela; las familias y las comunidades; petróleo y energía; adolescencia y juventud; actividad física, deporte y recreación; seguridad y soberanía alimentaria; proceso social del trabajo; defensa integral de la nación; y comunicación y medios. “Todo planificado para adoctrinar”. Eso es lo que María Camila y su hermano recibirán en sus clases.

 

LA POLÍTICA AL REVÉS

El Gobierno no entiende de física. Al menos eso queda en evidencia al intentar jugar con la gravedad. Mueven el centro de atracción hacia los objetivos que se plantean, pero no conocen de velocidad, masa ni cuerpo de aceleración. “Lo hacen todo al revés”, dijo Bautista de Alemán.

Los hechos así lo confirman. En 2011 inició la distribución de la llamada Colección Bicentenario con libros para las asignaturas matemática, lengua y literatura, historia, ciencias naturales y ciencias sociales. Alumnos de la etapa inicial, básica y media de instituciones públicas comenzaron a recibir clases de acuerdo a estos textos que fueron cuestionados por tener contenidos, por ejemplo, que criminalizan al capitalismo y endiosan al socialismo y al fallecido presidente Chávez.

La representante de Forma insistió en que la edición, publicación y distribución de esos libros debían ser el último paso a seguir tras la discusión y aprobación de un cambio curricular. “Se comenzó a implementar hace cinco años con la imposición de esos libros sin antes hacer las consultas debidas”.

El adoctrinamiento ha sido la clave. En eso coinciden Delgado, Bautista de Alemán e integrantes de más de una decena de organizaciones civiles que exigieron la eliminación de las resoluciones 0142 y 0143 publicadas en Gaceta Oficial 41044 el 2 de diciembre de 2016 y que detallan todos los cambios que serán implementados de manera paulatina en el sistema educativo del país.

Los artículos 72 y del 102 al 106 de la Constitución han sido violados al vulnerarse los deberes y derechos a la educación, con lo que se institucionaliza el pensamiento único en todas las aulas del país. “Es evidente que detrás de la transformación existe el deseo de hacer de las escuelas espacios de adoctrinamiento que sometan a futuras generaciones a lo que indica el Plan de la Patria”.

 

SIN REPROBADOS

Hay una buena noticia para quienes no cumplan con las metas estudiantiles. La gravedad se puso de su lado. No serán reprobados en términos prácticos porque con el nuevo diseño curricular se pretende “reducir el tiempo de estudio”.

El plan es el siguiente: Cuando el participante no apruebe un área del componente general, proseguirá al período siguiente, debiendo cursar simultáneamente los temas no consolidados del área no aprobada, con el acompañamiento de un docente hasta alcanzar la aprobación definitiva, según establece el artículo 17 del decreto.

Adicionalmente las instituciones deben ejecutar planes de acompañamiento para garantizar que los participantes cuenten con las condiciones para alcanzar el nivel mínimo aprobatorio.

 

LO REFORMABLE

El diseño curricular vigente antes de la Gaceta Oficial de diciembre data de 1969. Han pasado ya 48 años desde que se hizo esa adecuación. Casi cinco décadas en las que todas las estructuras y la dinámica social han cambiado. Todo indica que una reforma del sistema educativo se hace inminente.

El problema no es el cambio, sino lo que se quiere imponer. Desde la FVM se ha determinado que hay severas deficiencias en los contenidos programáticos respecto a áreas relacionadas con la tecnología, no hay nada en el currículo relacionado a esos temas y que debe ser incorporado.

La dirigente de Forma coincide. Para ella debe existir una actualización técnica y sería con sentido  de bien común. El sistema educativo debe ser reestructurado desde todo punto de vista. “Las infraestructuras escolares deben adecuarse, los docentes capacitarse y los contenidos ajustados a la realidad actual sin desmejorarlos”. Pero de momento la realidad indica que la gravedad seguirá atrayendo una educación deficitaria, esa que no dará a niños, como los hijos de Camilo Arráez, las herramientas para enfrentarse a un futuro lleno de preguntas que no podrán responder, más allá de lo que el Plan de la Patria establece.




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