Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

La adicción es un fenómeno progresivo y complejo que poco a poco se va adueñando de la vida completa de las personas.

Es la consecuencia de la interacción de múltiples factores propios de cada individuo, es decir, es un proceso particular e individual. Las características genéticas, físicas, psicológicas y el desenvolvimiento social son determinantes en cada persona.

Se considera una enfermedad crónica ya que no tiene cura, y además afecta de manera sistemática el funcionamiento de diferentes órganos, en especial, nuestro cerebro.

Se inicia con una fase de experimentación, la cual está dada básicamente por la curiosidad, en una búsqueda por conocer, que se siente, como se percibe, cuáles son sus efectos. Es simplemente un ensayo donde no hay un patrón de consumo o acción con miras a obtener las sensaciones “placenteras” que producen.

Posteriormente se sucede una segunda fase de consumo o acción ocasional, donde poco a poco la persona usa la sustancia  o realiza la actividad con mayor frecuencia. En esta fase existe un deseo importante de consumir o ejecutar la acción que le genera placer.

Luego se llega a lo llamamos la fase habitual, donde ya existe un patrón de consumo o acción mucho más activo. La persona comienza a buscar y promover todas aquellas situaciones de vida que le permitan consumir o ejecutar la acción en cuestión. Es decir si solo consumía en algunas fiestas y reuniones donde era invitado, ahora se convierte en el motor de estas actividades. Planifica las fiestas, los encuentros y crea un clima propicio para el consumo.

En el caso de las drogas, por ejemplo comienza a consumir solo y compra la droga, situación que no ocurría en las dos primeras etapas.

En la fase de consumo habitual, ese deseo de consumir la sustancia se transforma en una necesidad.

Hasta este momento, la persona puede manejarse de una manera relativamente estable y consciente de su realidad. El consumidor habitual aun tiene el poder de controlar lo que le está ocurriendo y puede tomar medidas para evitar el consumo o la acción. Pero si no hay un freno o un cambio de actitud, entonces aparece lo que se conoce como dependencia.

La dependencia puede ser física y psicológica. En relación a la dependencia física se genera en el momento en que la persona al dejar de consumir la sustancia o de realizar la actividad en cuestión, entonces aparecen una seria de signos y síntomas fiscos como insomnio, temblores, dolores musculares, entre otras.

La dependencia psicológica produce en la persona una necesidad imperiosa de consumir la sustancia, ya que siente que si la droga en su organismo no es capaz de ejecutar las tareas que rutinariamente realiza.

De esta forma vemos como el cuadro de las adicciones es un fenómeno muy complejo y que tiene donde existe une interacción de múltiples factores que pueden que dan lugar a un cambio total en la intención de vida de las personas, ya que comienzan a utilizar todos su recursos, habilidades y ejecuciones con la única intención de conseguir la droga o la acción que le permita obtener el “placer o beneficio que necesita”




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.