La líder del movimiento disidente cubano Las Damas de Blanco, Berta Soler, resultó liberada este lunes tras su arresto de la víspera junto a su esposo, Ángel Moya, por vigésima primera vez en un domingo de 2022.
Ambos quedaron detenidos al mediodía de ayer a la salida de la sede de Las Damas de Blanco, en la barriada habanera de Lawton, y conducidos por separado a dos comisarías de la Policía en los municipios San Miguel del Padrón y Guanabacoa, según relató Moya en una nota publicada esta tarde en su cuenta de Facebook.
En esta ocasión permanecieron detenidos por más tiempo de lo que ha sido habitual en lo que va de año y su liberación tuvo lugar cerca de las 14.00 horas (18.00 GMT) de este lunes.
Como en sus arrestos de anteriores domingos, les terminaron impuestas multas por valor de 30 pesos cubanos (equivalentes a 1,25 dólares en el cambio oficial) por un supuesto delito de «desorden público».
Moya, uno de los 75 disidentes condenados en la llamada «Primavera Negra» de 2003, precisó que al quedar liberados tanto Soler como él recibieron una advertencia de las autoridades de que no pueden salir de su casa hasta el próximo 13 de julio.
La prolongación del arresto y la prohibición de salir a la calle en estos días coincide con las limitaciones impuestas a otros opositores vinculadas con el primer aniversario de las masivas protestas antigubernamentales que tuvieron lugar en la isla los días 11 y 12 de julio de 2021.
Manifestaciones opositoras
El estallido de esas manifestaciones del pasado verano, en las que se reportaron episodios de violencia, tuvieron como principales motivaciones la escasez de alimentos básicos y medicinas, la inflación galopante, los cortes de electricidad, la dolarización de parte de la economía, así como la expresión de algunas quejas de corte político.
Integrantes de Las Damas de Blanco han resultado arrestadas todos los fines de semana desde que en enero decidieron volver a salir a marchar los domingos —tras una pausa por la pandemia— para reclamar la excarcelación de los detenidos en las protestas del 11J.
Este grupo surgió en 2003 por iniciativa de un grupo de mujeres familiares de los 75 disidentes y periodistas independientes que fueron condenados a elevadas penas de cárcel durante el período de represión conocido como la «primavera negra».
A partir de entonces, este movimiento femenino integrado por esposas, madres y familiares de los condenados se identificó por ir siempre vestidas de blanco y realizar marchas dominicales tras asistir a misa en una iglesia católica.
En 2005, las Damas de Blanco recibieron el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo. EFE
