Kendall Kleiver Páez García, de 28 años, murió tras sufrir torturas y recibir disparos, a manos de funcionarios del Cicpc, dentro de su vivienda, ubicada en el barrio 5 de Julio, kimómetro 11 de la carretera que conduce a El Junquito.
La afirmación la hizo su madre, Yusmary García, quien agregó que guarda los dientes que a golpes le desprendieron a Kendall, el domingo en la tarde.
La señora dijo que su hijo estaba durmiendo cuando irrumpieron los funcionarios.
Acusaban a Kendall por la muerte del detective Robert Alexander Fermin Rivas, ocurrida el mismo dia, luego que el valiente funcionario ultimara a dos delincuentes que estaban asaltando una unidad de transporte público, en el kilómetro 10.
Kendall trabajó dos años en la Policía Nacional Bolivariana, debido a la crisis del pais, renunció en octubre del año pasado, para emigrar en busca de mejores oportunidades. Estuvo en Bogotá, vino en diciembre a pasar navidades y decidió pedir la reincorporación en la PNB.
Su madre alega que los jefes que tuvo Kendall en la policía dan fe de su buen comportamiento. Por eso estaba a la espera de que le permitieran el reingreso.
La madre contó que también le sacaron las uñas durante la tortura y al escuchar cuatro detonaciones supo que lo habían matado.
-Le desfiguraron el rostro, se llevaron 4 sacos con sus pertenencias, inclusive la caja del clap. Se llevaron a su tia y la ruletearon por Caracas.
Ella refiere que el detective del Cicpc no fue asesinado, sino que se cayó accidentalmente cuando se bajaba de la unidad y un vehículo lo arrolló.