Wolfgang Alexander Mariño (61) fue asesinado de ocho puñaladas y arrojado por unas escaleras en el callejón El Manguito, de Cotiza, parroquia San José, al noroeste de Caracas.
El viernes en la noche el hombre estaba cerca de su residencia, bebiendo licor y cantando boleros. Al rodar por las escalinatas, los vecinos pensaron que se había caído accidentalmente cuando intentó recoger su yesquero y fue durante la autopsia que le practicaron en la morgue de Bello Monte, cuando le observaron las heridas de arma blanca.
Aparentemente no hubo testigos del suceso. Los vecinos dicen que no escucharon ni vieron nada. El hombre no tenía hijos, era soltero y vivía con unos primos.