La representante de Venezuela Veruska Ljubisavljevic no formó parte del cuadro final, a pesar de su hermosura.
Tras varios días de competencias que fueron filtrando a un grupo de 30 participantes de distintos países para la gala final, pasaron a una selección de 12 en el que solo estuvieron incluidas dos latinas: Miss Panamá y Miss México.
Desde su llegada a Sanya, Vanessa, modelo y estudiante Comercio Internacional originaria de Guanajuato, se perfiló como una de las grandes favoritas, y su nombre siempre estuvo en el top de las predicciones.
Uno de los factores determinantes para su triunfo, además de su imponente belleza, fue el proyecto de responsabilidad social que presentó en el concurso. «El proyecto que estoy llevando a Miss Mundo se llama Na Vali, es un proyecto para los hijos de jornaleros migrantes indígenas que salen de Guerrero a Guanajuato a la pisca del chile y los pequeños viajan con sus padres», detalló a los medios.
