En San Diego, municipio históricamente opositor, jugaron al cansancio y miedo. En un intento de amedrentar a los votantes, unos motorizados dispararon al aire en el megacentro Colegio Universitario Monseñor de Talavera; sin embargo, quienes aún permanecían en cola, no abandonaron sus puestos.
Eran cerca de las 5:30 de la tarde cuando unos motorizados se estacionaron frente al centro electoral. Después de permanecer un rato como espectadores, decidieron retirarse, no sin antes efectuar varios disparos al aire para crear miedo en quienes llevaban rato esperando para ingresar al centro a ejercer su voto.
El candidato a concejal por la Mesa de la Unidad, Douglas Jiménez, junto a otros dirigentes, salió al paso para calmar los ánimos y hacer entender que retirarse no era la opción, pues eso era lo que buscaban los motorizados, a quienes tildó de delincuentes.
Tras el hecho, grupos antimotines de la Guardia Nacional Bolivariana llegaron al sitio. Minutos después, los reforzó también antimotines de la Policía de Carabobo.
El retraso fue otra de las líneas que marcaron la pauta en la jornada electoral este domingo en el municipio. En centros como Clorinda Azcunes, Santiago Mariño, Monseñor de Talavera, Hipólito Cisneros y Creación San Diego Norte, denunciaron «Operación Morrocoy». Incluso, en este último centro, pasadas las 7:30 de la noche, aún habían personas en la cola, a quienes la coordinación del CNE no dejaba entrar debido a que pretendían cerrar las puertas.
Otra de las razones que causó retraso fue un corte de luz en algunos sectores como la urbanización La Esmeralda, donde están los dos centros electorales más grandes del municipio.
Fue justamente en San Diego donde el Plan República no dejó ingresar a la prensa al momento en que el candidato a la gobernación de Carabobo, Javier Bertucci, iba a votar en la U.E Queipita en el pueblo de San Diego, pese a que tenían acreditaciones del CNE. Esto ocurrió bajo la mirada de los observadores internacionales quienes estaban en ese centro electoral.
