Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
La crisis sanitaria en el país no conoce de edades, menos de inocencia. Ocho niños con cáncer han muerto en Carabobo desde enero como consecuencia de la falta de medicamentos e insumos en una situación que mantiene en alarma y preocupación a sus familiares.
Ellos no tienen descanso. Deben dormir en incómodas salas de hospitales para recibir los pocos tratamientos que les administran. Algunos han tenido que cambiar su sitio de residencia para poder tener esperanza de vida. Es el caso de Yorbelis Contreras y su hijo de nueve años. Ella se mudó de su casa en Cumaná hasta Valencia para que el niño de 14 años con metástasis en la columna pueda superar la enfermedad.
Para ellos no ha sido fácil. «Mi esposo está incapacitado porque quedó ciego en un accidente y lo deje a cargo de mi hija de nueve años. Y me tuve que venir con mi hijo que está parapléjico y es muy difícil».
Tifani Gutiérrez es una paciente oncológica de 13 años. Ya fue operada para extraerle el tumor en el fémur y está en proceso de quimioterapia. A su corta edad sabe lo que pasa. «Con la escasez de medicinas e insumos ha sido complicado ponerme todas las cosas que necesito».
A ella le restan tres terapias y una prótesis para sustituir parte del fémur que perdió tras la operación y que cuesta siete mil dólares con los que no cuentan.
Como parte de la conmemoración del Día de Lucha Contra el Cáncer Infantil, la Fundación de Ayuda al Niño con Cáncer del estado Carabobo (Fundanica), realizó una actividad para dar a conocer la situación en la que se resaltó que solo se cuenta con tres oncólogos pediatras en la entidad que no son suficiente para atender la demanda. «Cada día somos menos porque muchos se han ido del país por los salarios tan bajo su pésimas condiciones de trabajo», detalló, Alejandra Álvarez, pediatra oncólogo del hospital central de Valencia.
En el país, de 48 especialistas solo quedan 15, y hay estados como Aragua y Yaracuy donde no hay ningún oncólogo pediatra.
