Antes de entrar en el fondo de esta nota me apresuro a meter la mano por las organizaciones de vecinos que tienen sus funciones bien definidas. Asimismo, por las estructuras que se ubican en las capas intermedias que han aportado mucho en las luchas reivindicativas del pueblo democrático.

Es el caso, que son innumerables las veces que desde los centros políticos se hacen llamados agónicos a la sociedad para que participe o active en los eventos que claman por un cambio. Sin embargo, participar se circunscribe al hecho de intervenir en un suceso, en una actividad cualquiera, buena o mala. Se puede participar en un asesinato, como en una actividad filantrópica.

La eficiencia es otra cosa, es lo que hoy necesitamos con urgencia para buscar la salida presurosa del gobierno destructor de Nicolás Maduro; incluyendo, por supuesto, gobernaciones y alcaldías a través de lo que está en la letra de la Constitución.

En conclusión, por el hecho de que son términos que se complementan en buena medida, hay que destacar en esta tierra desolada, acabada, derruida, mancillada, famélica, de funcionarios que comercializan con drogas, en fin, es imprescindible la eficiencia para lograr echarlos del poder.

Poco se logrará participar con grandes esfuerzos humanos, económicos y de otras índoles, si no se aportan hechos concretos que contribuyan al triunfo. Que compense tantos sacrificios y sobre todo que nos libere del bandidaje que tiene las riendas del poder en sus manos, armas incluidas, pues, esa es la finalidad superior de esta titánica tarea.

Abundan organizaciones sociales de todo tipo que se han constituido para ayudar en las causas políticas, antes y ahora del mismo modo, pero realmente es muy poco lo que concretamente han aportado a la causa. ¿Por qué no han sido efectivas? La razón del escaso rendimiento radica en que si estas agrupaciones no entran en el engranaje, en el acople con los partidos políticos, se convierten en desorientados satélites que orbitarán, en este caso, alrededor de la MUD. Desligados de sus estrategias, de sus líneas de acción. ¿Entonces, cuáles son las funciones de estos grupos o asociaciones? ¿Qué hacen? Reunirse varias veces a la semana, intervenir, discursear entre ellos, planificar reuniones con otros grupos que están en sus mismas circunstancias; fusionarse eventualmente para realizar unos que otros foros, y allí pues se les va la vida.

Sin excepción, llenos de buenas intenciones, preocupados por la destrucción del país, por la satrapía, con estupendas ideas que nadie escucha. Sin tener posibilidades de arrimar el hombro a pesar del ímpetu y capacidad que llevan por dentro, lamentable desperdicio.




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