Decenas de manifestantes peruanos comenzaron a concentrarse desde la mañana de este jueves frente al Palacio Legislativo para participar en una marcha autodenominada «La toma de Lima», que rechaza la actuación del Congreso y de la Fiscalía, y exige que se elabore una nueva constitución política.
La marcha ha sido convocada por organizaciones sociales, sindicales y políticas que rechazan la actuación de la oposición política al presidente Pedro Castillo y está programada para comenzar desde las 15.00 hora local (20.00 GMT) de este jueves, con concentraciones en las céntricas plazas 2 de Mayo y San Martín.
Sin embargo, piquetes de manifestantes comenzaron a llegar desde las 05.00 hora local (10.00 GMT) hasta las cercanías al Parlamento, donde un cordón policial les impidió el paso y se generaron algunas escaramuzas que incluyeron el uso de gases lacrimógenos.
Peruanos se concentran frente al Congreso
La Policía intervino para desalojar a grupos que ocuparon uno de los carriles de la céntrica avenida Abancay y también se vio un incremento de agentes antidisturbios, que cerraron el paso por las calles más cercanas al Palacio Legislativo.
El Congreso, que domina la oposición política, decidió el miércoles suspender el pleno previsto para este jueves ante posibles «actos de violencia» durante la manifestación, según señaló en un comunicado el oficial mayor del Legislativo, José Cevasco.
Detalló que el Parlamento fue advertido por la Policía de que en la movilización «se llevarían a cabo acciones de protesta con actos de violencia contra la propiedad pública y privada, debido a la posible infiltración de grupos radicales y extremistas dentro de los manifestantes».
Actividades en el Congreso
A pesar de ello, el Palacio Legislativo inició sus actividades de este jueves con normalidad y varios congresistas llegaron para participar en reuniones de bancadas y de los grupos legislativos.
El parlamentario José Cueto, del partido ultraconservador Renovación Popular, señaló que no creía «necesario que se detenga la labor del Congreso» y que la decisión de suspender el pleno se tomó para «proteger sobre todo la seguridad del personal» de trabaja en el lugar.
Agregó que ha visto que piquetes de manifestantes fueron retirados «a una zona más alejada» de la sede del Legislativo y que la tranquilidad se mantiene en los alrededores.
La fujimorista Martha Moyano sostuvo, por su parte, que los parlamentarios tienen que estar en la sede del Legislativo ante «cualquier eventualidad» y dijo que espera que los manifestantes «no sean violentos y no quieran atentar contra el Congreso».
«Esperemos que esto no llegue a mayores», acotó.
La convocatoria a la movilización ciudadana también se muestra en contra de la nueva moción de vacancia (destitución) presidencial que están preparando en el Parlamento varios grupos de la oposición y pide la renuncia de la fiscal de la Nación (general), Patricia Benavides.
En octubre pasado, la fiscal Benavides presentó ante el Congreso una denuncia constitucional por presunta corrupción contra Castillo, quien niega todas las imputaciones, que también salpican a varios miembros de su Gobierno y de su entorno familiar más cercano.
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