Desempeñarse en el área especial no es una tarea fácil como profesional de la psicología. No solo tienes que aplicar estrategias o técnicas conocidas, sino que en ocasiones tenemos que dejarnos guiar por lo que nos dice nuestro paciente especial, sobretodo en el caso de los comprometidos a nivel intelectual.

Con frecuencia les explico a  los padres y madres que existe un tiempo para que el niño o adolescente gane conductas, pues en el proceso terapéutico no tienen mayor valor las expectativas del especialista o de los representantes. Pero, ¿Qué es lo que realmente preocupa a los padres y madres especiales?

He aquí la categorización de las preguntas más frecuentes en consulta:

¿Cuándo va a lograr hablar?

Es muy común que esta característica sea el motivo de consulta de muchos padres al llevar a sus hijos al psicólogo. La mayor preocupación de los padres deviene de dificultades en la articulación o en palabras menos técnicas, mal pronunciamiento de las palabras o palabras entrecortadas en los niños. También de alta relevancia aquellos niños que no poseen lenguaje, suceso que impacta fuertemente a la familia especial y los sumerge en un estado ansiógeno que se puede manifestar de dos formas: Estimulación exagerada, insatisfacción con los resultados obtenidos en las terapias a las que asiste el niño.

De otro modo, se presenta en la búsqueda de alternativas que coartan la aparición del lenguaje, es decir, aceptar de manera abrupta que su hijo es incapaz de hablar. Y por ende quiere descartar afecciones auditivas o visuales y en ocasiones toman en consideración el lenguaje de señas. Es importante dejar claro que, el niño o adolescente debe ser valorado por especialistas capacitados: Psicólogo, terapeuta de lenguaje que puedan dar un diagnóstico adecuado y el patrón a seguir.

¿Desaparecerán los berrinches o pataletas?

Es importante tomar en cuenta el diagnóstico que posea nuestro niño o adolescente. De ello, dependerá la incidencia de sus conductas desadaptativas. En el caso de un trastorno del espectro autista, es necesario considerar las dificultades que presentan para adaptarse a los cambios, ya que la manifestación de su desadaptación o disgusto podrá manifestarse a través de berrinches, pataletas, retraimiento o retroceso en la ganancia de conductas.

¿Lo estoy haciendo bien, me da miedo no saber abordarlo?

En ocasiones algunas madres en su mayoría, son las que tienden a cuestionarse y es la pregunta muy común. Ellas refieren querer lo mejor para su hijo y por ello desean prepararse, y es allí donde yo les hablo sobre el reconocimiento y autoelogio e inicio a devolver las preguntas: ¿Tu hijo está recibiendo la atención adecuada? Entonces, lo estás haciendo bien.

Y respecto al saber abordarlo, refiero que día a día se muestran cambios en los niños o adolescentes especiales destacando que depende del diagnóstico, sin embargo el abordaje ideal es un tanto difícil describir, pues se basa en un ensayo y error, aplicamos y esperamos resultados favorables sino funciona nos reinventamos. Porque la respuesta del niño especial no siempre es predecible.

¿Mi hijo podrá incorporarse a una escuela regular?

Contemplar la posibilidad de integrar a un niño o adolescente especial a una escuela regular dependerá de la profundidad de la afección de la discapacidad, es decir si es leve, moderado o severo. Pues, la integración a la escuela regular no solo dependerá de sus diagnóstico, sino de las competencias, sobretodo de su capacidad para adaptarse al medio y de comprender instrucciones. Esta medida solo debe ser tomada previa al sometimiento de evaluaciones por un equipo multidisciplinario (psicólogo, neurólogo, terapeuta de lenguaje, terapeuta ocupacional y demás equipo responsable de su atención).

Las preguntas expuestas son las más generales y frecuentes, pues normalmente los niveles de ansiedad de los padres y madres especiales son muy altos. Sin embargo, la cantidad de preguntas está relacionada al diagnóstico del paciente y las características propias de personalidad de los padres.

A modo de cierre, expongo un mensaje dedicado a madres y padres especiales: No hay un plan perfecto, el camino del mundo especial es un tanto incierto porque las conductas varían de acuerdo a su etapa evolutiva y proceso de crecimiento, además de los cambios que puedan suceder en su dinámica familiar o cotidianidad. Paciencia, amor y tolerancia son la clave para vivir, sentir y disfrutar las maravillas de ser padre o madre especial. La discapacidad no es una barrera, ni un límite es una gran oportunidad para indagar en tus fortalezas y el para qué ha tocado la discapacidad tu puerta.




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