El presidente iraní, Ebrahim Raisí, afirmó hoy que los «enemigos» de su país son Estados Unidos e Israel, y que este estatus no se extiende a Arabia Saudí, con el que Teherán decidió retomar relaciones diplomáticas el pasado marzo tras más de siete años sin lazos formales.
«En el punto álgido de nuestra disputa con Arabia Saudí, el líder de la revolución (el exlíder supremo iraní Ruholá Jomeini) siempre enfatizó que no se debe olvidar que los principales enemigos son Estados Unidos e Israel. Rechazamos y no aceptamos que Arabia Saudí sea considerada nuestro enemiga», afirmó en una entrevista con la agencia oficial de noticias siria SANA.
Riad y Teherán, los líderes del eje suní y chií en Oriente Medio, alcanzaron recientemente un acuerdo con mediación china para restablecer sus relaciones, formalmente rotas desde 2016, si bien la rivalidad entre ambos se remonta a varias décadas atrás.
«Hoy, los hechos han quedado claros para muchos países de la región y la fobia a Irán de la que hablaban las agresiones estadounidense e israelí era solo para sembrar el terror en la región, esta es la máquina mediática malvada del enemigo», defendió Raisí.
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Durante la entrevista, divulgada hoy coincidiendo con el final de una visita de Raisí a su aliada Siria, el presidente iraní también habló sobre la existencia de un «un sistema global nuevo y diferente» con alineaciones como la de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) o los BRICS.
Ambos tienen a Rusia, China y la India como miembros, y agrupan a una serie de países generalmente no considerados al frente de la hegemonía mundial.
«Por otro lado, la capacidad estadounidense y occidental está disminuyendo constantemente. Su papel en todo el mundo ha caído, se ha debilitado y ha retrocedido (…) Estados Unidos solía aterrorizar a todos con su poderío militar», zanjó Raisí.
