El 22 de diciembre de 1853, en la capital de Venezuela, nace María Teresa Carreño. Una pianista de fama mundial, que se destacó como concertista y compositora desde muy temprana edad.
A los 9 años, da su primer concierto en Nueva York y, luego de vivir una temporada en Estados Unidos, tocó en la Casa Blanca para el presidente Abraham Lincoln. Posteriormente, erradicada en París, su carrera como concertista tomó impulso y países como Australia, Nueva Zelanda y gran parte de Europa y África del Sur, se deleitaron con su gran talento musical.
Luego de 25 años de ausencia, vuelve a su tierra en 1885 para dar un concierto en Caracas. Al año siguiente, fue comisionada para organizar la temporada de ópera en la ciudad, sin embargo, no tuvo éxito y regresa a Europa donde se desempeñó como solista en la Orquesta Filarmónica de Berlín.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, inició una gira por Cuba y Estados Unidos donde falleció a causa de un agotamiento general por exceso de trabajo. Sus cenizas fueron traídas a Venezuela en 1938 y desde el 9 de diciembre de 1977 reposan en el Panteón Nacional.
Entre sus obras más resaltantes figuran: Himno a Bolívar, Saludo a Caracas, Vals A Teresita, entre otras. En su honor, el teatro principal de Caracas, inaugurado en 1983, lleva su nombre.