Un mundo complejo de grandes atributos que nos lleva a incluir nuestras ideas en un contexto que no hemos vivido antes. Nuestros hijos son simplemente la humanidad, esa humanidad que se forma dentro de nosotros para desbocarse en un río infinito de aguas a veces apacible y otras veces tormentosas.

Yo como pediatra tengo la fortuna y la bendición de tenerlos en mi vida día a día, de diferentes razas, religiones, ideas y concepciones, pero todos tienen en común una esencia en su ser que los hace únicos.

La convivencia familiar es como un ecosistema donde todo debe estar en equilibrio. Se dice desde hace mucho tiempo que el hombre es un ser biopsicosocial. Yo le he agregado que además de esto es un ser espiritual y emocional y para estar sanos debemos mantener todos estos espacios en perfecta armonía.

Siempre  sostengo, que si bien es cierto que su estado físico es fundamental, dedicarme solo a ser un examinador es una forma incompleta de realizar mi labor como pediatra. Es por eso que no solo me encargo de ver su desarrollo pondo estatural, su alimentación y sus inmunizaciones, sino que me he empeñado en que en el hogar se desarrolle un sistema de vida que le permita a esos niños desde su nacimiento a tener un desarrollo integral, donde seamos capaces como padres de entender cuál es nuestro verdadero rol y a nuestros hijo conocer el de ellos.

Puede sonar utópico y hasta contradictorio, pero lo que hace feliz a nuestros hijos no es siempre lo que nos hace felices, y lo que nos hace felices a nosotros los padres no siempre es lo que hace feliz a nuestros hijos.

Queremos hacerle el camino más fácil, y sin darnos cuenta y aunque no nos parezca, a veces lo que hacemos es entorpecer su crecimiento como personas.

Nuestro hogar debe ser nuestro refugio, ese espacio donde nos acobijemos los unos a los otros y aprendamos a transitar juntos, cada uno con su individualidad e independencia, donde cada aporte nos lleve a edificar el bienestar común.

Construir relaciones duraderas y estables, con nexos firmes que nos posibiliten mantenernos siempre unidos a pesar de las desventuras y la distancia.

Consolidar nuestro crecimiento en valores, con un piso sólido que nos permita superar cada situación complicada que se presente en nuestras vidas. Hacerlos independientes con estilos de vida saludable y con un pensamiento siempre abierto a nuevas ideas y conceptos.

La relación de la pareja es fundamental, el amor como argumento mismo para amarnos, sin reproches o protagonismos. Entendiendo que en esta película todos jugamos un rol principal ya que cualquier desbalance puede llevar a que ese equilibrio se pueda tambalear.

Diseñar y fabricar desde lo bueno, porque si edificamos desde lo malo entonces crearemos un castillo de naipes que en cualquier momento se puede derrumbar.

Es fundamental la salud de los hijos por eso es importante su control frecuente, las inmunizaciones, alimentación adecuada y el esparcimiento. Poco a poco ir incorporándolos a la dinámica del hogar. Entendiendo que la carga compartida es mucho más fácil de llevar, que nos hace el camino más placentero y nos permite alcanzar los sueños, la prosperidad y la felicidad de una manera mucho más sublime, con un disfrute y un paseo que nos permita a todos desarrollar nuestro verdadero potencial.

En mi concepto de esto se trata ser pediatra. Indudablemente que debemos conocer de enfermedades, de tratamientos, de terapias, pero sobre todo debemos conocer de la vida compartida y de la armonía que se debe tener en el hogar.

 

 

 

 

 




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