No están dispuestos a irse, a menos que sea con sus seres queridos detenidos en el Internado Judicial de Carabobo desde hace tres meses. Los familiares de los presos políticos están decididos y por eso se apostaron en la calle de servicio paralela a la Autopista Sur, del otro lado del penal, a esperar las anheladas listas que, este lunes, no aparecieron.
Todos exigen respuestas. Creen que las boletas de excarcelación están en el interior de la cárcel, pero no entienden por qué no les dan información. "El sábado soltaron a 36 personas, el domingo 3 y este lunes una sola persona. Exigimos que acaten la orden que dio el presidente de la República y que suelten a todos esos niños que están allí porque ellos son inocentes, no son ningunos terroristas", exigió Sorangel Núñez.
Núñez, como el resto, se siente cansada y engañada. Ella es de Valencia y desde hace más de tres meses asiste a diario a las adyacencias del penal. Es su tragedia personal, la misma que comparte con quienes tienen un familiar recluido en Tocuyito por causas políticas.
Respuestas sinceras y concretas exigen familiares
Pero otros vienen de otros estados y ella reconoce las dificultades. "Aquí hay personas que duermen con niños, otras que amanecen en la calle porque no tienen para pagar un alojamiento y muchas veces ni para comer. Exigimos la presencia del director de la cárcel, que nos de la cara, que venga a hablar con nosotros".
"Desde el viernes he dormido en la calle, sin cartón, a la intemperie, con lluvia, sin desayuno, ni almuerzo ni cena, con puro líquido para no deshidratarme". Esta es la historia de Marta Cardona, quien desde Barquisimeto llegó a Tocuyito con la esperanza de que su hijo fuera uno de los que recibiría la libertad. Aún espera.
A sus 67 años, Cardona se queja. "No es justo lo que están haciendo con nosotros, los padres de los presos políticos . Nosotros estamos aquí pacíficamente, esperando la lista. Los guardias vienen con un cuento, que ya va a salir la lista, que van a salir 30 presos, aunque el viernes pasado dijeron que serían 60". Nada ocurre.
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Cardona se pregunta si será verdad que estas liberaciones tenían como fin tapar la muerte de un preso político en Anzoàtegui. "Y mientras tanto a nosotros nos tienen aquí, los guardias vienen a cada rato a hacer ofrecimientos que no se cumplen. Esto es inaudito, un abuso hacia las casi 500 personas que estamos aquí, hasta la policía no la han mandado para acá. Nosotros no estamos alterando el orden público, ni comprando cerveza".
Yorman Pacheco también está cansado de las mentiras. "Desde ayer nos están dando falsas informaciones, temprano salieron unos guardias y nos dijeron que para hoy tenían dos listas y que a partir de las 7:30 de la mañana iban a estar llamando. A las 4:00 de la tarde todavía estábamos esperando".
Pacheco y el resto de quienes permanecen en la vía de servicio exigen respuestas sinceras, concretas. Ya no quieren más mentiras, pues la situación de los familiares es sumamente complicada. "Aquí hay personas que no tienen ni para comer, sólo el pasaje para regresar a sus casas, duermen en las aceras, en la plaza. Esto es inhumano".
La de este lunes será otra noche frente al penal, pero ahora con la angustia de no saber si sus familiares estarán en una lista que no termina de aparecer. No están dispuestos a irse, regresar a casa con las manos vacías no es una opción.