El interés “in crescendo” que entre los venezolanos ha venido generando el tema de la Corte Penal Internacional es demostrativo de la razón de mi persistente afirmación de que la salida es judicial. Ahora estamos ante un nuevo episodio en las luchas que se libran en ese escenario, y es que la segunda persona que ha ocupado el cargo de Fiscal en ese tribunal mundial, Fatou Bensouda, ha repetido la actuación de su antecesor Luis Moreno Ocampo de dejar pasar el tiempo, 9 años cada uno de ellos, simulando ocuparse de perseguir el crimen mientras obtienen jugosas prebendas para al final irse a una jubilación dorada ejecutando ellos mismos un crimen, el de mediante la impunidad favorecer al delito que debieran haber perseguido.
LA FISCALÍA MUNDIAL DE LA INCOMPETENCIA
Después de 9 años como vicefiscal y 9 como fiscal de la Corte Penal Internacional Fatou Bensouda se ha ido jubilada con un salario de por vida de cerca de 10.000 dólares mensuales más otros beneficios, y se va con el fardo a cuestas de la impunidad con la que favoreció a los criminales que vienen ahogando en miseria, dolor y sangre a Venezuela. Ella esperó al último momento para decir que no tuvo tiempo, excusa ridícula por desfachatada.
LA CARTA DE DESPEDIDA
En su carta de despedida Fatou Bensouda dedicó unas letras al caso Venezuela que seguidamente transcribo:
“…Con respecto a Venezuela, me había comprometido a llegar a una determinación final, en la medida de lo posible, durante el resto de mi mandato. Quizás en anticipación a ese resultado, como habrán visto en los medios de comunicación, la Sala de Cuestiones Preliminares recibió un expediente del Gobierno de Venezuela solicitando a la Sala que ejerciera control judicial sobre la realización de nuestro examen preliminar. Estas presentaciones se formularon de manera confidencial, por lo que no puedo referirme a ellas en detalle, aunque el hecho de su presentación ha sido mencionado públicamente por las propias autoridades venezolanas. Todo lo que puedo decir en esta etapa es que, de hecho, había llegado a una determinación final sobre el examen, y nos habíamos estado preparando para anunciar nuestras conclusiones en respuesta a la remisión del grupo de los Estados Partes, pero que en debida deferencia a la Sala de Cuestiones Preliminares, cuya competencia había sido incautada, decidí esperar la decisión de la Sala sobre la solicitud de Venezuela antes de hacer cualquier otro anuncio. Esos procedimientos y su resultado actualmente permanecen clasificados como confidenciales, aunque anticipamos que se hará público en breve. Dado el tiempo transcurrido, lo único que puedo hacer en esta etapa es entregar mi determinación, que se ha cumplido, junto con la base de la misma, al Fiscal entrante para su consideración y decisión final.”
LA EXCUSA NO LA EXCULPA
Hay fundadas razones para pensar que las diatribas públicas del régimen a través de Delcy Rodríguez y de Tarek William Saab cuestionando a la Bensouda fueron solo teatro, una pelea coordinada entre ellos para engañar al mundo, pero si así no haya sido, en todo caso esta señora deberá responder porqué dejó transcurrir tanto tiempo para hacer a última hora lo que debió haber hecho mucho antes cuando no tenía encima la hora de su salida del cargo.
Estando en curso el examen preliminar que abrió la Bensouda respecto a las denuncias sobre crímenes ejecutados en Venezuela, anunció estar lista para dirigirse a la Sala de Cuestiones Preliminares -que es el tribunal de la CPI al que corresponde determinar la procedencia de la apertura de una investigación- y ofreció unas declaraciones explicando que encontró elementos razonables para tal apertura, es decir que constató la comisión de crímenes de lesa humanidad, y dio a entender que solo le faltarían ciertos detalles para hacer esa solicitud.
TAREK SE DEDICÓ A SABOTEAR
Desde las antes mencionadas declaraciones de Bensouda, Tarek William Saab se dedicó a sabotear esa posibilidad de que se llevara el caso a la citada Sala, la táctica consistió en atiborrar el expediente con falsos informes para obligar a su examen y así consumir tiempo. También pidió al tribunal una reunión entre las partes y con ello hizo paralizar el procedimiento de la fiscalía hasta que tal petición fuera resuelta. Toda esa súper actividad de última hora no ha sido mas que un truco para agotar el tiempo que a la Bensouda le quedaba en el cargo impidiendo que cumpliera con el anuncio de dar por terminada esa fase preliminar para pasar a la investigación formal que conllevaría colocar a Maduro y otros en situación de indiciados como autores de crímenes lesa humanidad.
LOS INDICIOS DE COMPLICIDAD
La Sala de Preliminares sacó su decisión a tiempo como para que la Bensouda se pronunciara antes de irse, lo hizo el lunes 14 de este mismo mes de junio, por lo que la Bensouda pudo haber sacado su decisión al día siguiente pues dijo que la tenía lista, pero en vez de eso publicó el comunicado antes referido donde en resumen lo que dice es “lo siento, no tengo más tiempo” y comunica que su decisión la entregó al nuevo fiscal y que éste la hará pública en breve, un típico lavado de manos al estilo de Judas. De modo que hay fundadas razones para pensar que todo no fue más que un teatro convenido con el régimen para crear falsas expectativas y el posterior desengaño que induce al desgano en seguir la lucha, conclusión ésta que encuentra base en el hecho de que dejó todo para los últimos momentos en el cargo que desempeñó por 9 años.
LA IMPUNIDAD ANTE EL DELITO ES UN ALICIENTE PARA SU REPRODUCCIÓN
Fatou Bensouda se atrevió a esa jugada de la impunidad porque vio que Luís Moreno Ocampo lo hizo y no le pasó nada, lleva 9 años tranquilo en New York donde montó un bufete, tiene su dinero en los bancos de los paraísos fiscales reseñados en el escándalo de los “Panamá papers” y se regodea con altas relaciones que le dejó el cargo. La impunidad es otro crimen, incluso peor pues produce el aliciente para más crímenes.
HAY QUE SEGUIR, NO PODEMOS DORMIRNOS
Ahora las esperanzas están puestas en el abogado británico Karim Khan de quien hay buenas referencias, pero no podemos dormirnos confiando solo en eso, la lucha por el castigo a Nicolás Maduro y a su pandilla criminal debemos continuarla con renovados bríos pues allí radica la esperanza de la libertad. La salida es judicial.!