Para el presidente de la Academia de la Historia del Estado Carabobo, José Alfredo Sabatino, a 192 años de su partida, Simón Bolívar sigue siendo un referente fundamental para los venezolanos, aunque la idea grancolombiana no haya sido más que un sueño inconcluso.
Estima que este proyecto fue una idea ambiciosa que sucumbió ante la realidad de naciones que apenas abrazaban los idearios de libertad, pero con profundas diferencias desde el punto de vista social, económico y geográfico.
De acuerdo a su apreciación, se trataba de una idea de unidad que se apagaba con el tiempo, tal y como sucede con la vida misma del Libertador, que cierra los ojos en aquellos aciagos días de diciembre de 1830, en la Quinta San Pedro Alejandrino de Santa Marta.
El historiador considera que debieron ser días muy tristes para aquel caraqueño que vivió días de gloria como su triunfante entrada a Caracas en 1813, cuando le otorgan el título de Libertador, pero que ante el desmoronamiento de Colombia la grande se declara dictador.
Lo hizo para contener lo que ya resulta inevitable, la desaparición de aquel sueño, siendo ahora objeto de atentados, presa de confrontaciones con sus propios compañeros de armas y viendo partir terriblemente a hombres de su alta estima, como ocurriera con el mariscal Sucre, pero a pesar de esos reveses, obviamente su visión, figura y arrojo, junto al esfuerzo de muchos otros prohombres, aseguraron finalmente la independencia de Venezuela.
Sabatino cita que, aunque muere en Colombia, el Libertador se reencuentra con su amada patria el año 1842, cuando durante el segundo mandato del general José Antonio Páez, se realizan las diligencias para repatriar sus restos, dando así cumplimiento a su última voluntad.
Una comitiva encabezada por el doctor José María Vargas realiza el traslado de los restos a la goleta “Constitución”, atracada en el puerto de Santa Marta, que zarpa con dos buques escolta, en medio de salvas de cañón con destino a la ciudad que le vio nacer y en cuyo Panteón Nacional hoy reposan sus restos.
LA UNA DE LA TARDE
Wikipedia registra que, rodeado de su séquito, y tras una larga pero calmada agonía, Simón Bolívar falleció a la una de la tarde con tres minutos y cincuenta y cinco segundos del viernes 17 de diciembre de 1830.
A las cuatro de la tarde del mismo día, el médico de cabecera Alejandro Próspero Révérend dio inicio a la autopsia de Bolívar, la cual fue realizada en una de las salas conjuntas de la Quinta de San Pedro Alejandrino.
En sus memorias registró que “Según este examen, es fácil reconocer que la enfermedad de que ha muerto S. E. el Libertador era en su principio un catarro pulmonar, que habiendo sido descuidado pasó al estado crónico, y consecutivamente degeneró en tisis tuberculosa.»
En el año 2010 y a petición del entonces presidente, Hugo Chávez, se exhumaron los restos del Libertador, en un proceso que se extendió por 19 horas.
La intención fue investigar sobre la causa de la muerte, pues el exmandatario no aceptaba la tesis de la tuberculosis.
EN EL MAUSOLEO
Desde hace 9 años los restos del Padre de la Patria reposan en un mausoleo que el gobierno mandó a construir especialmente para ello. La estructura es considerada una extensión del Panteón Nacional.
La obrafue inaugurada por el presidente Nicolás Maduro, el 14 de mayo de 2013, pero la iniciativa de su construcción la tuvo el expresidente Chávez en 2010, después de que se hizo la exhumación de los restos para ahondar en las causas de la muerte de El Libertador.
Se trata de una estructura de 54 metros de alto, que abarca una extensión de dos mil metros cuadrados, con capacidad para recibir 1.500 personas diariamente.
