Una peculiar propuesta teatral llegó por primera vez a Paraguay para hacer que el espectador vea la función sin la vista, para disfrutar de una experiencia sensorial, en una sala completamente a oscuras, con la comedia musical propuesta por el elenco de la compañía argentina Teatro Ciego.

Jonatan Alberto Jusid, uno de los tres actores con discapacidad visual del elenco de seis personas de la obra «Un viaje a ciegas», explicó a Efe en una entrevista que esta particular propuesta «se da en total oscuridad y permite desactivar el sentido de la vista para que produzca una reconexión con los demás sentidos».

«Siempre decimos que es una experiencia teatral más allá de la obra porque uno puede salir de lo común para, quizás en algún punto, lograr empatía con la oscuridad y también empatía con el mundo de una persona ciega», indicó el actor argentino.

Jusid señaló que la obra pretende romper los prejuicios sobre las personas con discapacidad visual y «crear en la imagen del espectador que la oscuridad también permite vivir la vida de forma congruente».

«Es una experiencia multisensorial eliminando la vista, porque la vista siempre distrae. Cuando uno pone en reposo la vista, permite que los demás sentidos funcionen con mayor agudeza y que uno pueda explorar a través del tacto, de los aromas, del oído y de todos los sentidos que van fluyendo las diferentes experiencias», dijo.

El actor destacó que la sala de teatro, que acogerá cinco funciones en tres días en Asunción, estará completamente a oscuras desde la entrada de los espectadores, quienes son guiados a sus asientos por los propios actores con discapacidad visual.

«Tratamos de no nombrar el tema de la discapacidad visual pero sí de que la gente entienda que estamos en igualdad de condiciones. Cuando uno ingresa a la sala, ni los actores ni los espectadores ven. Está todo oscurecido de tal forma para que uno pueda concentrarse en lo que está viviendo», señaló.

Jusid explicó que más allá de la innovadora propuesta, que ya ha sido representada en México, España y Reino Unido, además de Argentina, también existe un guión que se va desarrollando a lo largo de obra.

«Es un viaje en el tiempo y se desarrolla inicialmente en un bar de Buenos Aires de los años 70 donde hay un mozo, está el dueño del bar, un personaje borracho tal vez. Son diferentes personas que van interviniendo y con cada historia que ellos cuentan nos permiten viajar en el tiempo», explicó el actor.

La peculiaridad, dijo Jusid, es que el público viva la experiencia como si fuera un cliente con discapacidad visual de ese bar, pero «en una tarea pasiva disfrutando, no se requiere participación», puntualizó.

Pero aunque siga el tradicional hilo narrativo del teatro, sí se sale de los patrones espaciales del escenario, ya que la obra se desarrolla «a 360 grados», a nivel de actores y a nivel de sonidos y experiencias.

«El espectáculo se desarrolla a 360 grados. Si el espectador se sienta en la última silla o en la primera va a recibir el espectáculo con la misma intensidad porque los actores van moviéndose por toda la sala. El escenario se va plasmando en toda la sala», dijo Jusid.

Pero a pesar de la experiencia sensorial, el actor argentino remarcó que el público tiene que ir con la predisposición de «reirse porque van a disfrutar de una comedia musical, que tiene muchos matices».

Uno de esos matices comienza antes incluso de ingresar en la sala, en el vestíbulo, donde los actores reúnen al público para darle ciertas indicaciones sobre la oscuridad y la forma de disfrutarla, además de pedir que se apaguen todos los teléfonos móviles para evitar cualquier haz de luz.

«Antes de ingresar a la sala hacemos una introducción a los espectadores para que sepan con lo que se van a encontrar. Primero para que sepan que la sala está totalmente oscurecida y que nosotros, como actores, ayudamos a que cada uno se acomode en su lugar», explicó.

Jusid destacó que la obra ha tenido un gran recibimiento por parte del público en los lugares en los que ya se ha puesto en escena, «tal vez sea -señaló el actor- porque les permitió desconectarse de la realidad y entender que en la oscuridad hay un mundo que es alucinante».




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