Trabajadores de Andinos Pneus denunciaron este miércoles que temen que la empresa llegue a la quiebra, tras la merma en la producción que han registrado en el último año.
Luis Álvarez, secretario general del sindicato de trabajadores de Andinos Pneus, antigua Pirelli de Venezuela, precisó que durante el primer semestre de este año, la empresa produjo 6 mil 214 cauchos, cantidad que años atrás completaban en un solo día de trabajo.
Explicó que en los últimos dos años Andinos Pneus ha declarado pérdidas ante el fisco, por lo que les preocupa que les notifiquen un quiebre y no les paguen el arreglo por años trabajados.
Destacó que la extensión del decreto presidencial 4241, donde se establece la exoneración de impuestos de productos importados, perjudica a los trabajadores porque los cauchos terminados que ingresan al país tienen un costo menor que los producidos en Venezuela. «Esto va a hacer que en un momento nos vamos a convertir en distribuidora y la empresa va a morir».
El sindicalista señaló que desde el pasado mes de marzo, cuando se decretó estado de alarma por COVID-19, la empresa está paralizada. Pero una vez que el Estado autorice al sector para laborar, la empresa no podrá reanudar operaciones inmediatamente debido a que no cuentan con materia prima.
Esta situación se replica en Alice Neumáticos, antigua Firestone; y Black Eagle, conocida como Goodyear.
Alvis Pérez, secretario de vigilancia y disciplina del sindicato Andinos Pneus, indicó que las tres empresas abarcan una capacidad instalada para producir entre 3.5 y 4 millones de neumáticos al año, pero en los últimos doce meses no se fabricaron ni 200 mil cauchos entre las tres caucheras.
«Ya no tenemos qué más vender»
Son aproximadamente 600 trabajadores que se ven afectados por la poca productividad de Andinos Pneus.
Álvarez denunció que el salario no llega a 6 dólares mensuales, por lo que para poder sobrevivir han tenido que vender los enseres y electrodomésticos de sus viviendas. «Estamos vendiendo enseres para poder darle alimentos a nuestros hijos. Ya no tenemos qué más vender, pedimos al Estado que nos atienda porque estamos desesperados».
Entre las tres empresas fabricantes de neumáticos, la cifra de trabajadores asciende a dos mil. «No nos está matando el coronavirus, nos mata el hambre», expresó Pérez.
Rechazaron que desde hace más de un año no perciben los eneficios de la contratación colectiva como HCM y otras primas laborales.
