De acuerdo con el tercer informe de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) a raíz de la pandemia por el COVID-19, publicado el miércoles 29 de abril, este 1 de mayo los trabajadores tienen poco o nada que celebrar y, por el contrario, se teme que más de 300 millones de personas pierdan sus empleos a tiempo completo a causa de las medidas para frenar la propagación de la enfermedad y mitigar sus efectos en la economía y en el mercado laboral.
De igual modo, según el pronóstico de la OIT, la prolongación del confinamiento llevará a más de 1.600 millones de trabajadores del sector informal a perder su fuente de ingresos. señala Transparencia Venezuela.
Venezuela no escapa a esta dramática realidad. Con una caída de más del 50% del Producto Interno Bruto (PIB), la llegada de la pandemia vino a profundizar la frágil situación que atraviesan los sectores vulnerables y la clase trabajadora.
En respuesta a la paralización comercial por la cuarentena, el régimen de Nicolás Maduro ha anunciado una serie de medidas “de protección” a la población, a todas luces limitadas e insuficientes, y, recientemente, hizo público el tradicional aumento del salario mínimo del 1 de mayo, con un incremento que nada representa para la fuerza laboral en medio de las distorsiones que registra la economía venezolana.
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